Los afiliados al Sindicato 16 de Octubre dejaron el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), no aceptaron asentarse en Pando y exigen al Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) que les otorgue tierras fiscales en el trópico cochabambino.
Ayer por la tarde, los dirigentes de esta organización y autoridades del INRA, la Prefectura de Cochabamba y la Alcaldía de Villa Tunari firmaron un acta de entendimiento.
Mediante ese acuerdo, los sindicalistas se comprometen a abandonar voluntariamente el área protegida, mientras que el INRA promete buscar tierras fiscales para los campesinos.
El segundo punto indica que el Ministerio Público establecerá la identidad del que disparó contra Fortunato Ramírez Mayta (32), quien murió cuando campesinos e indígenas chocaron por el control del parque.
El sábado 26 de septiembre, los avasalladores y los indígenas, a quienes pertenece el área protegida, se enfrentaron, dejando el saldo de un fallecido y dos heridos.
Ismael Vásquez, dirigente de esa central sindical, informó que merced al convenio desde el lunes el INRA buscará espacios pertenecientes al Estado para que se asienten los colonos.
Vásquez señaló que la futura dotación debe hacerse en el municipio de Villa Tunari.
Sin embargo, el alcalde de Villa Tunari, Feliciano Mamani (MAS), aseguró que dentro de su jurisdicción no hay la suficiente cantidad de tierras para satisfacer la demanda de los 300 afiliados a ese organismo campesino.
“En realidad, el INRA no puede garantizar que encontrará tierras fiscales en Villa Tunari; el compromiso abarca a todo el país, no sólo Pando y Beni”.
Sin embargo, Vásquez replicó: “Si nos engañan, volveremos a alzarnos, no queremos demoras y queremos que se respete el acta de entendimiento”.
El dirigente aseveró que el INRA prometió atender el pedido del grupo que abandonó el TIPNIS. “Ellos verán, pero si no cumplen como es debido, nosotros mantenemos la posibilidad de volver a movilizarnos”.
Mamani admitió que, efectivamente, los invasores solicitaron recibir áreas de cultivo dentro del Chapare y que “el INRA hará todos los esfuerzos para hacerlo, pero si no pudiéramos, tendríamos que buscar otros lugares”.
Los integrantes del Sindicato 16 de Octubre piden tierras en el trópico cochabambino porque de esa manera se establecerán en lugares próximos a los actuales emplazamientos de sus familiares y amistades.
La reunión entre el director del INRA, Juan Carlos Rojas; el secretario general de la Prefectura, David Herrera, y el alcalde de Villa Tunari, Feliciano Mamani, con los sindicalistas debió desarrollarse la noche del miércoles.
Sin embargo, las malas condiciones climáticas imperantes entre la región de El Sillar y Villa Tunari demoraron la llegada de la comitiva oficial desde la ciudad de Cochabamba.
El oficial mayor de la comuna de Villa Tunari, Ronny Ágreda, contó: “Los esperamos hasta la medianoche, pero como no llegaron, decidimos postergar el diálogo hasta la mañana del jueves”. La sesión se instaló alrededor de las 10.30 en el salón de actos del Palacio Consistorial.
Cerca de las 15.00 se abrió un cuarto intermedio para que los sindicalistas debatan la propuesta definitiva. Alrededor de dos horas más tarde se firmó el acta de entendimiento.
El alcalde Mamani agregó que se debe sancionar a los dirigentes, tanto de las seis federaciones como de los indígenas, que promovieron los asentamientos “a cambio de dinero”.
La autoridad no quiso revelar la identidad de los sospechosos e, incluso, comentó que no sabe de quiénes se trata y que sólo los conoce la Fiscalía.
Por ello, avasalladores e indígenas deberán prestar declaraciones y aportar pruebas a la Fiscalía para averiguar la verdad.
Mamani reiteró que el Sindicato 16 de Octubre no está afiliado a las seis federaciones de cocaleros del trópico cochabambino, cuyo principal dirigente es el presidente Evo Morales.
“Sólo teníamos pequeñas plantaciones de coca”
Ismael Vásquez, principal dirigente del Sindicato 16 de Octubre, desmintió que sus afiliados hubieran plantado grandes extensiones de cocales dentro del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), como sostuvo el viceministro de Tierras, Alejandro Almaraz.
“No es verdad que sólo hubiéramos plantado coca en toda la región. Muchos de nosotros nos asentamos en el lugar desde hace cinco y tres años. Cada colono no tenía ni un cato de coca. Muchos compañeros tenían una cuartilla o medio cato”.
Vásquez sostuvo que quienes pueden refrendar sus afirmaciones son los efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) que se desplegaron hasta la región para erradicar sus plantaciones.
La producción de la hoja de coca era destinada para el consumo tradicional de los asentados y sus familias y no era desviada al narcotráfico, como “algunos nos acusaron”.
Los campesinos lograron, además, que el Ministerio Público devolviera los objetos secuestrados en el operativo de destrucción de las aldeas.
Los policías y representantes del Ministerio Público se incautaron de motores generadores de electricidad, herramientas, bicicletas y otros elementos que quedaron en el campamento principal.
“Mientras tanto, nosotros estamos en la calle, en Villa Tunari, donde soportamos las malas condiciones del clima. Algunos tienen familiares o amistades por este lugar y han sido alojados en sus casas, pero la mayoría está a la intemperie”.
Los integrantes del sindicato aceptaron salir voluntariamente de los límites del parque nacional, pero no están dispuestos a permanecer durante mucho tiempo en las actuales condiciones.
El acta de entendimiento firmado ayer por la tarde no establece plazos, pero los colonos esperan que el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) inicie la búsqueda de tierras desde el lunes y que el proceso no sea muy largo.
Una de las posibilidades de aplicar medidas de presión es declararse en huelga de hambre en la ciudad de Cochabamba o volver a internarse en el territorio indígena.
Más colonos en el TIPNIS
Dentro del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) existen al menos siete grupos de colonos que no han sido desalojados, a pesar de los anuncios hechos por las autoridades nacionales, departamentales y locales.
Ismael Vásquez, dirigente del Sindicato 16 de Octubre, informó ayer que en la región se mantienen los afiliados a las organizaciones Nueva Estrella, Villa Encantada, Santa Rita, Minera Llallagua B, Urkupiña, Independencia y Uncía.
“Por qué solamente nos botaron a nosotros, si hay mucha gente dentro del parque; pero a nosotros nos toca estar en esta situación muy difícil”.
El alcalde de Villa Tunari, Feliciano Mamani, reconoció que en el área protegida permanecen los integrantes de tres centrales sindicales “que ya han recibido órdenes de salir de la región y deben hacerlo, porque el Gobierno ha dicho que se debe respetar todo el parque y es lo que vamos a hacer”.
Mamani, militante del Movimiento Al Socialismo (MAS), aseguró que tanto el Ejecutivo como la Policía y las seis federaciones del trópico cochabambino garantizarán que el TIPNIS no vuelva a ser invadido y que se mantenga como una reserva destinada a la protección de los indígenas, la flora y la fauna del lugar.
Datos
Villa Tunari se encuentra a unos 160 kilómetros de la ciudad de Cochabamba.
Esta población se halla sobre la nueva carretera que une la capital valluna con Santa Cruz.
Es la capital de la provincia Chapare y en sus límites se halla parte del parque nacional.
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