“No porque sean potencias van a atentar contra la vida, todos tienen derecho a desarrollarse, pero no un desarrollo para la economía, sino un desarrollo respetando la soberanía de todos los países”, afirmó ayer el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, al anunciar una lucha contra los países industrializados para que se respete el Protocolo de Kioto y las conclusiones de la Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra que cumplió este año en Tiquipaya, Cochabamba.
Estas afirmaciones se emitieron la mañana de ayer, cuando Morales llamó a la unidad de los movimientos sociales y de los presidentes sudamericanos para luchar en defensa de la vida, y reveló que está dialogando de manera constante con éstos, con relación a lo que pueda suceder en la Conferencia por la Cumbre Climática que se lleva a cabo en Cancún, México.
El llamado de Morales, en el que se declaró preocupado y exhortó a la unidad de los movimientos sociales y de los presidentes, ocurrió en el edificio de la Vicepresidencia durante los actos de posesión de los vocales de los tribunales electorales departamentales. En un breve discurso, el Jefe de Estado mostró una postura clara y firme frente a los países industrializados al afirmar que “no porque sean potencias pueden llevar al tacho el Protocolo de Kioto”, que incluye medidas que permitirán la reducción de gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global.
Con el Protocolo de Kioto —instrumento legal internacional creado en 1997 y ratificado por 192 países que entró en vigor en 2005—, los países desarrollados se comprometieron a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un promedio de 5,2% en el periodo 2008-2012 respecto del nivel de 1990. Estados Unidos y China, los mayores contaminadores, no ratificaron ese convenio.
El Primer Mandatario boliviano dijo estar en contacto permanente con las organizaciones sociales presentes en Cancún y reafirmó que se tienen que respetar las conclusiones de la Conferencia de Tiquipaya desarrollada en Bolivia.
Morales también informó que está en contacto con sus pares de Latinoamérica, especialmente con los de los países pertenecientes al ALBA, para “dar batalla” por el respeto al Protocolo de Kioto que, de abandonarse, “sería aplicar el genocidio”. Finalmente, el Presidente exhortó nuevamente a los movimientos sociales presentes en Cancún a que tengan “mucha unidad y mucha fuerza”, y a los presidentes, que puedan “librar juntos una batalla para garantice la supervivencia de la humanidad”.
PANORAMA DIFÍCIL
A tiempo de evaluar el desarrollo de la Cumbre climática que se lleva a cabo en Cancún, el embajador boliviano en las Naciones Unidas (ONU), Pablo Solón, dijo: “Lamentablemente, al concluir el quinto día se ha avanzado muy poco en los temas de fondo. Hubo avances en temas que no hacen al aspecto principal de esta negociación, que es el de la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Lo que tenemos aquí, a los cinco días, es una incertidumbre total sobre la continuidad del segundo periodo de compromisos del Protocolo de Kioto”.
El diplomático comentó que “esto es inadmisible, nosotros veníamos aquí a discutir cuál iba a ser el monto de la reducción de emisiones para este segundo período del compromiso del Protocolo de Kioto, y no simplemente a discutir temas colaterales”.
A la conferencia de prensa convocada por el Estado Plurinacional de Bolivia se sumaron los países del ALBA. Precisamente, la representante de Venezuela, Claudia Salerno, puntualizó: “No podemos darnos el lujo de fracasar. Nuestros países sufren las consecuencias del cambio climático”.
Por otra parte, el Embajador boliviano dijo que “hay países que de una manera sincera y transparente nos han dicho: ‘No va a haber segundo período de compromisos del Protocolo de Kioto (que obliga a una mayor reducción de gases de carbono)’. Pero hay otros países que nos han planteado que para que haya un segundo período de compromiso para el Protocolo de Kioto, primero tienen que abrir las puertas a otro protocolo del cual podamos ser parte en el futuro”.
Solón utilizó una comparación en torno a esta propuesta: “Esto es como decirle a una persona: ‘Para seguir casada contigo, primero quiero que me dejes abierta la puerta para tener una segunda esposa’”.
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