El lago Titicaca es un "paciente en coma" y las autoridades no asumen acciones, para salvar este recurso sagrado. Añadió que la ayuda se hace esperar para remediar los males que aquejan a la zona lacustre, señaló la bióloga Daniela Moreno.
“Hoy en día, la mortandad de ranas, por ejemplo, sigue siendo un problema. Este hecho hace unos años encendió la alarma entre los lugareños aimaras, que clamaban por la protección de las especies nativas y el lago”, dijo.
El lago Titicaca, uno de los lugares más hermosos y misteriosos de América, está siendo contaminado por aguas residuales que son vertidas de cinco municipios próximos a la zona lacustre, entre los que se encuentran Copacabana, Tiquina, El Alto, con mayor intensidad.
Estas poblaciones no tienen un sistema de alcantarillado y/o plantas de tratamiento de aguas residuales, además de una adecuada educación ambiental, que debería estar a cargo de las autoridades locales y regionales, lo que repercute en la muerte de muchas especies vivas (flora y fauna) que habitan en el lago.
La contaminación por las aguas servidas, residuos sólidos, residuos de la explotación minera, entre otros de la región peruana de Puno han generado una gran mancha verde que crece, avanza y se apodera del Titicaca.
En abril de la gestión pasada la mancha verde, que olía a huevo podrido, apareció flotando a lo largo de varios kilómetros en la bahía de Cohana. Este manto verdusco está formado por la descomposición de desechos humanos, industriales y mineros, que los ríos arrastran hasta las orillas del lago que comparten Bolivia y Perú.
Con 8.400 kilómetros cuadrados, el lago Titicaca es el mayor cuerpo de agua navegable, ubicado a 12.470 pies de altura, sobre el nivel del mar. Sin embargo, “si no se toman acciones urgentes contra la contaminación la vida en el lago desaparecerá, entretanto las autoridades regionales y nacionales no se ocupan de este problema, que no sólo afecta al Departamento de La Paz sino también a Bolivia”, indicó.
Las aguas residuales de la minería informal, del lado peruano, que llegan hasta Titicaca, amenazan la existencia de varias especies, muchas de ellas en peligro de extinción, como es el caso de la rana gigante.
De acuerdo con los datos del Ministerio del Ambiente de Bolivia, un 60% de las 130 fábricas de El Alto operan ilegalmente y sus niveles de contaminación no se encuentran regulados.
Un informe ambiental emitido el año pasado por la Autoridad Binacional del Lago Titicaca (ALT), reveló que “la contaminación está en un nivel alarmante” en algunas partes del lago.
El presidente de este organismo, Alfredo Mamani, culpa de la contaminación a las aguas residuales sin tratamiento que destilan hacia el lago un cóctel mortal de sulfuro de hidrógeno que también está matando la flora y fauna de la costa, estas provienen de la ciudad de Puno y Juliaca, principalmente.
Estudios de la ALT encontraron también niveles elevados de hierro, plomo, arsénico, bario y zinc en varias zonas del lago, provenientes de la actividad minera ilegal, principalmente en las cuencas de los ríos Ramis y Suches.
El lago Titicaca es un cuerpo de agua ubicado en la Meseta del Collao en los Andes Centrales a una altitud promedio de 3.812 msnm entre los territorios de Bolivia y Perú. Posee un área de 8.562 km² y 1.125 km de costa; su profundidad máxima se estima en 281 metros y se calcula su profundidad media en 107 metros. Su nivel es irregular y aumenta durante el verano austral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario