La rana gigante del Titicaca es presa de la pesca y de la contaminación. La solución pudo ser la creación de criaderos de esta especie, para no lamentar su desaparición, indicó el ambientalista, Edwin Alvarado. Por su parte, el alcalde de Copacabana, Félix Nina, dijo que hace unas semanas llegaron expertos hasta el lugar para observar a esta especie.
Recordó que hace varios años atrás se podía observar a esta linda especie nadando o debajo de las piedras, “de este modo los turistas y pobladores se subían a sus barquitas, para admirar a la rana gigante”.
Explico que en ese tiempo las personas no vieron el riesgo de su pesca indiscriminada, hasta ahora que prácticamente ha desaparecido.
Hace varios años atrás, dijo que se realizó una piscina para anfibios, en la que nadan 10 ejemplares de la rana gigante. Las hay verde botella y negras, esta acción se creó precisamente para observarlas.
Recordó que en ese tiempo se expresó a los pobladores del sector que la rana gigante del lago (Telmatobius culeus) es una de las especies que están en peligro crítico de extinción en Bolivia, según el Libro Rojo de los vertebrados.
EXPERTO EN EL LAGO
La rana gigante del Titicaca es un símbolo de la naturaleza, ya que es un anfibio acuático único del mundo que resiste la contaminación y al cambio climático, por lo que su rescate en algunos sectores del lago es una tarea importante para su conservación, dijo el biólogo marino de Bélgica, Dirk Ercken.
Ercken que también es fotógrafo acuático, es voluntario y forma parte el equipo científico conformado por expertos extranjeros y bolivianos que desde el pasado fin de semana se encuentra el espejo lacustre, rescatando especímenes con fines de preservación y para una reintroducción futura en lugares donde se hayan extinguido.
La contaminación que ingresa al lago, remarca el científico belga que se sumergió varias veces en el Titicaca, puede ocasionar la desaparición de la rana gigante que puede ser muy lamentable, por eso es necesario rescatarla y guardarla.
El grupo de científicos interviene en el Titicaca, debido a la mortandad masiva de la especie que se registró en mayo de 2015 en varios sectores del recurso hídrico. Está dirigido por el herpetólogo boliviano Arturo Muñoz de Iniciativa Anfibios de Bolivia del Museo de Historia Natural Alcide D’Orbiigny de Cochabamba y en representación de la Universidad de Gante de Bélgica.
“Rescatamos individuos a una profundidad aproximada de dos a cinco metros entre las islas del Sol y de la Luna, después estaremos en la localidad de Guaqui donde se encuentran otras poblaciones de ranas, ya que en el sector de Puerto Pérez del lago Menor ya no pudimos encontrar al anfibio”, explica Muñoz.
La rana gigante, conocida científicamente como Telmatobius culeus, especie críticamente amenazada, resiste las presiones ambientales como el deterioro de su hábitat ocasionado por los miles de litros de aguas residuales; el proceso de eutrofización con la proliferación de algas que consumen el oxígeno, manchan de color verde el agua y al descomponerse emanan sulfuro de hidrógeno, un gas neurotóxico que provoca la mortalidad de la fauna lacustre.
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