El Gobierno de Evo Morales al iniciar su mandato diseñó una nueva Constitución Política del Estado, a través de la que se abanderaron como defensores del medio ambiente y la Madre Tierra, años después organizaron una cumbre en Tiquipaya para la defensa de los ecosistemas y la naturaleza, pero se eliminó de ésta la mesa que debía tratar los problemas del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis).
Se dejó de lado ese asunto que le molestaba al Gobierno porque ya planeaba la construcción de una carretera que atravesaría el corazón mismo del Tipnis, con el consiguiente perjuicio para un área protegida tan importante.
En la actualidad, a título de progreso se dicta el Decreto Supremo 2366, que no tiene más peso que la magna ley, es decir, la Constitución Política del Estado, pero al parecer para los gobernantes sí, es el que permite el ingreso de compañías petroleras a 11 de las 22 áreas protegidas que posee Bolivia, lo cual, pese a las promesas de remediación ambiental y otras, perjudicará a la naturaleza y contaminará el medio ambiente.
Entre los parques nacionales está el Tipnis, que cuenta con la Ley 180 de Intangibilidad de ese territorio, norma que continúa vigente, y por el momento ha detenido la construcción de la carretera que debía unir el Beni con Cochabamba, que protege esta zona por su doble condición, es decir, por ser Área Protegida y Territorio Indígena. El D.S. 2366 que favorece el ingreso de las petroleras a las áreas protegidas, es una norma que no puede estar por encima de las leyes, menos aún de la Constitución Política.
Pero si alguien se anima a siquiera protestar inmediatamente recibe amenazas, se le lanzan adjetivos que le descalifican como autoridad o como ciudadano común. ¿Qué pasó con el gobierno que impulsó la creación de la nueva Constitución, la que defiende a rajatabla a la Madre Tierra?, ¿el poder del dinero y la necesidad de hacer ver que Bolivia goza de buena salud económica pudieron más que su conciencia?
Como ciudadanos que nos preocupamos por estos temas deberíamos alzar la voz contra ese abuso de poder que se quiere cometer contra las áreas, que por alguna razón están protegidas por el Estado y ahora quedarán a merced de petroleras que quién sabe si dejarán algo de positivo para Bolivia, recordemos los espejitos de los conquistadores españoles que dejaron a cambio de la cuantiosa riqueza de esta tierra.
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