El lago Poopó recuperó el caudal de agua, pero aún no hay peces,
después de la masiva muerte de miles de ejemplares de pejerrey que
ocurrió hace más de un mes, cuando los peces fueron expulsados
supuestamente por falta de oxígeno.
“Con las últimas lluvias, el caudal del agua ha subido en el lago,
pero falta mucho todavía para lograr la recuperación de la fauna
piscícola”, afirmó el secretario departamental de agricultura y
ganadería, dependiente de la Gobernación de Oruro, Severo Choque.
El extraño fenómeno de la muerte de gran cantidad de peces ocurrió el
6 de diciembre de 2014 y, desde entonces, se efectuaron inspecciones al
lugar para investigar las causas, pero hasta la fecha no hubo un
resultado científico, con el objetivo de tomar previsiones para el
futuro.
La Asamblea Legislativa Departamental de Oruro declaró a la región
como zona de desastre y de emergencia, por la masiva muerte de peces y
otra cantidad de aves acuáticas. Algunos comunarios pensaron que se
trataba de un envenenamiento e incluso por el cambio climático.
Según algunos entendidos en la materia, como consecuencia de la
escasa cantidad de agua en el río Desaguadero y en el lago Poopó, “los
peces tuvieron que salir expulsados, por falta de oxígeno”. La versión,
sin embargo, no fue confirmada.
De acuerdo a la ley de declaratoria de zona de desastre, la
Gobernación, a través de las secretarías correspondientes, debían
realizar acciones necesarias ante el Gobierno central y organismos
internacionales, para canalizar recursos económicos y apoyo logístico
para la prevención de futuros desastres.
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