La minería debe incluir acciones ambientales de protección como el monitoreo ambiental, la aplicación del sistema de información geográfico minero ambiental, sistema de gestión ambiental, entre otras.
Según la Dirección de Medio Ambiente (DIMA) de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), las actividades mineras generan grandes impactos ambientales negativos en las microcuencas, donde estas se desarrollan. Gracias al monitoreo ambiental, es posible caracterizar una zona, evaluar el impacto de las obras y operaciones mineras para determinar la situación ambiental.
Para caracterizar la zona se debe establecer la situación ambiental de un determinado lugar en consideración a su calidad de agua superficial, subterránea, polvos y otros. Además sirve para evaluar la efectividad de las obras de control y mitigación.
Asimismo, la aplicación del Sistema de Información Geográfico (SIG), permite a los usuarios capturar, almacenar, manejar y desplegar información georeferenciada. Por ello, la Comibol implantó este sistema a través de la incorporación de tecnologías de manejo de información para apoyar la gestión e implementación de proyectos de sus diferentes unidades de trabajo.
A partir de la Ley 3720 que permite a la Comibol participar directamente en la cadena productiva, es que asume el compromiso para el cuidado del medio ambiente en sus operaciones, porque en la minería la contaminación es un factor de riesgo permanente, situación que hace necesaria la implementación de políticas y acciones que prevengan y mitiguen los impactos negativos de las prácticas menores sobre la naturaleza.
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