El responsable departamental de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Tierras y Bosques (ABT), Carlos Antezana, señaló que no tienen competencia para detener la construcción del primer tramo de la carretera Villa Tunari - San Ignacio de Moxos.
Sin embargo, Antezana explicó que solicitaron la paralización de la tala de árboles porque la empresa brasileña OAS no presentó dos requisitos indispensables que fueron comprometidos hasta el próximo fin de semana y mientras tanto no cuentan con la autorización.
Antezana adelantó que la autorización está en proceso, las observaciones eran la presentación de un censo de la masa forestal presente en la zona que permite determinar el volumen de madera que existe en la zona y un acta de conformidad con los sindicatos del lugar.
El tramo carretero Villa Tunari-San Ignacio de Moxos demandará una inversión de 418 millones de dólares, de los que 332 millones provienen de un crédito del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil. El saldo es la contraparte que desembolsará el Gobierno boliviano.
La obra que tiene una longitud de 306 kilómetros. Se inicia en Villa Tunari y prosigue por Chipiriri, Eterezama, Isinuta, Puerto Patiño, Santísima Trinidad, Aroma e Ichoa del departamento de Cochabamba. El tramo II es el más conflictivo porque los indígenas se oponen a esa vía que atraviesa el Territorio Indígena y Parque Isiboro Sécure.
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