No sólo las personas sufren por las inundaciones en Beni, la fauna silvestre y doméstica también está amenazada de muerte.
En un recorrido que se hizo por los puertos Almacén, Geralda, Varador, Ballivián y Loma Suárez se verificó que las personas damnificadas se dan modo en rústicas canoas para rescatar sus perros, gatos, aves de corral, cerdos, equinos, bovinos, entre otros animales que por la crecida de los ríos, principalmente Ibare y Mamoré, están en riesgo de morir ahogados. El sector ganadero apela a embarcaciones de gran capacidad para salvar sus bovinos.
Pero la angustia de los animales domésticos se prolonga. Viven hacinados en improvisados corrales que se habilitaron a orillas de la carretera y, en el caso de las gallinas, patos y cerdos, están siendo sacrificados frente a la irregular provisión de alimentos por parte de las autoridades locales y nacionales. Animales silvestres que buscan refugio en terreno firme corren la misma suerte.
En los refugios temporales habilitados en la carretera en el municipio de Trinidad y comunidades rurales las familias afectadas por las riadas sobreviven de la caza de lagartos y de la pesca.
No menos amarga es la realidad del ganado bovino. Si bien, según la Federación de Ganaderos de Beni (Fegabeni), aún no se cuantificaron las pérdidas del sector como consecuencia del fenómeno El Niño se estima que unas 500.000 reses, de los 3 millones de vacunos que hay en Beni, fue impactadas por las riadas.
El titular de la Fegabeni, Cristian Sattori, relató que muchos terneros y bovinos mayores han muerto con ocasión del traslado en barcos desde las haciendas ganaderas hasta Puerto Varador, lugar donde se habilitó un corral para embarcar y desembarcar vacunos.
Durante el recorrido que se hizo por las comunidades anegadas -la mayoría establecidas en el área de influencia del río Ibare- se pudo evidenciar que patos, cuervos y aves zancudas son los más favorecidos por el rebalse de los afluentes. Los primeros cazan peces.
Sobre el río Ibare, a casi dos horas en lancha desde Loma Suárez, se encuentra el complejo ecoturístico Chuchini, un lugar que se encuentra en altura y sirve de refugio natural de muchos animales silvestres. En el lugar, Efren Hinojosa junto a su hija se encargan de albergarlos y proveerles alimento.
A Chuchini llegan varias especies de parabas y loros, capiguaras, tejones, piyos, monos, zorros, gatos, chanchos del monte y otros bichos que salen para alimentarse día a día.
Hinojosa señaló que, aparte de dar amparo y comida a los animales, cura a aquellos que llegan malheridos y desnutridos. Expuso que en este momento precisa alimentos y remedios para aliviar enfermedades que presentan algunos animales que llegan para refugiarse. En la Prefectura beniana indicaron que en las próximas horas brindarán asistencia a los animales.
En un recorrido que se hizo por los puertos Almacén, Geralda, Varador, Ballivián y Loma Suárez se verificó que las personas damnificadas se dan modo en rústicas canoas para rescatar sus perros, gatos, aves de corral, cerdos, equinos, bovinos, entre otros animales que por la crecida de los ríos, principalmente Ibare y Mamoré, están en riesgo de morir ahogados. El sector ganadero apela a embarcaciones de gran capacidad para salvar sus bovinos.
Pero la angustia de los animales domésticos se prolonga. Viven hacinados en improvisados corrales que se habilitaron a orillas de la carretera y, en el caso de las gallinas, patos y cerdos, están siendo sacrificados frente a la irregular provisión de alimentos por parte de las autoridades locales y nacionales. Animales silvestres que buscan refugio en terreno firme corren la misma suerte.
En los refugios temporales habilitados en la carretera en el municipio de Trinidad y comunidades rurales las familias afectadas por las riadas sobreviven de la caza de lagartos y de la pesca.
No menos amarga es la realidad del ganado bovino. Si bien, según la Federación de Ganaderos de Beni (Fegabeni), aún no se cuantificaron las pérdidas del sector como consecuencia del fenómeno El Niño se estima que unas 500.000 reses, de los 3 millones de vacunos que hay en Beni, fue impactadas por las riadas.
El titular de la Fegabeni, Cristian Sattori, relató que muchos terneros y bovinos mayores han muerto con ocasión del traslado en barcos desde las haciendas ganaderas hasta Puerto Varador, lugar donde se habilitó un corral para embarcar y desembarcar vacunos.
Durante el recorrido que se hizo por las comunidades anegadas -la mayoría establecidas en el área de influencia del río Ibare- se pudo evidenciar que patos, cuervos y aves zancudas son los más favorecidos por el rebalse de los afluentes. Los primeros cazan peces.
Sobre el río Ibare, a casi dos horas en lancha desde Loma Suárez, se encuentra el complejo ecoturístico Chuchini, un lugar que se encuentra en altura y sirve de refugio natural de muchos animales silvestres. En el lugar, Efren Hinojosa junto a su hija se encargan de albergarlos y proveerles alimento.
A Chuchini llegan varias especies de parabas y loros, capiguaras, tejones, piyos, monos, zorros, gatos, chanchos del monte y otros bichos que salen para alimentarse día a día.
Hinojosa señaló que, aparte de dar amparo y comida a los animales, cura a aquellos que llegan malheridos y desnutridos. Expuso que en este momento precisa alimentos y remedios para aliviar enfermedades que presentan algunos animales que llegan para refugiarse. En la Prefectura beniana indicaron que en las próximas horas brindarán asistencia a los animales.
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