La existencia de la cianobacteria amenaza la vida en la laguna Alalay. Cientos de peces y los animales que habitan y se encuentran en contacto con el espejo lacustre se encuentran en riesgo, por lo que se estima tomar las medidas de seguridad oportunas, indicó Erika Alandi, médico veterinaria, responsable del último informe sobre este tema patrocinado por la Universidad Mayor de San Simón (UMSS).
De acuerdo con el documento hasta agosto murieron de 50 a 100 peces por día en Alalay. Los animales presentaban presencia de áreas hemorrágicas, agallas pálidas y el hígado necrosado. La primera mortandad ocurrió en marzo y se recogieron 11 toneladas de peces plantincho muertos.
Las investigaciones concluyeron que los peces murieron producto de las toxinas y cianobacterias (algas verdeazuladas). Los animales también fueron afectados por infecciones secundarias, causadas por virus y bacterias; pese ello aún no se asumieron acciones de prevención en el entorno.
Los análisis de calidad del agua señalan que la laguna reúne las condiciones para la presencia de cianobacterias, el PH es alto y oscila entre 9 y 12. La cianotoxina no sólo es peligrosa para los peces, sino también para otros seres vivos.
Para Erika Alandia muchas cianotoxinas son volátiles, razón por la que sus partículas pueden ser transportadas por el aire e ingresar por vía respiratoria al organismo. “Es muy importante identificar factores de riesgo y prevenir problemas de salud tanto en personas como animales”, señaló.
Ramiro Cadima, toxicólogo del hospital Viedma, resaltó la importante hacer un monitoreo de la cantidad de cianotoxinas por millón en el aire, agua y tierra para determinar el grado de afectación que se puede tener.
“Es como con la contaminación del aire, se tiene un límite de partículas por millón. Se debe monitorear y si se descubre que son más de las permitidas, es necesario tomar precauciones con la población”, dijo.
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