lunes, 16 de noviembre de 2015

Expertos aseguran que solución pasa por salvar el río Rocha

El Centro de Aguas y Saneamiento Ambiental (CASA) y la Unidad de Limnología y Recursos Acuáticos (ULRA) de la Universidad Mayor de San Simón realizó, desde los años 80, una serie de estudios de caracterización, diagnósticos y ensayos de los procesos de manipulación biológica (proyecto Manlake 2006) para conocer más del ecosistema de la laguna Alalay.

Durante ese tiempo se evidenció que los problemas son recurrentes y que la solución pasa por salvar, primero, el río Rocha que es la principal fuente de recarga hídrica de la laguna.

La directora del CASA, Ana María Romero Jaldín, explicó que el río está contaminado desde Sacaba y no hay un control del ingreso de nutrientes a la laguna.

“Todas las aguas de alcantarilla son canalizadas al río Rocha y en época de lluvias hacia la laguna Alalay”, informó.

Dijo también que cuando es época seca, las aguas del río, que sufren una mayor contaminación, no deben ingresar hacia el espejo de agua porque eso significa un daño irreversible.

Ante esta situación, concluyó que se requiere la instalación de plantas de tratamiento de las aguas residuales.

“Desde el 83 se ha empezado a hablar de la laguna Alalay y el río Rocha. Y debe haber un plan coordinado entre estos dos”, agregó.

LA SITUACIÓN

Romero recordó que el agua que ingresa a la laguna, en un 52 por ciento viene del río Rocha y el resto es de la acumulación por lluvias. Solo en caso de que la Angostura requiera un desfogue, se permite que el agua llegue a la laguna, como sucedió hace dos años. Entre tanto, existe un convenio con el Sistema Nacional de Riego Nº 1 para coordinar el desfogue en situaciones eventuales.

Para la investigadora de ULRA, Francisca Acosta Cárdenas, si no se controla la causa de la contaminación y el daño a la laguna, no va a mejorar el espejo de agua.

La zona del humedal, compuesta por una franja de totoral, sirve de amortiguación de la contaminación, además que alberga una alta biodiversidad, especialmente de aves. Entre los servicios ambientales que brinda la laguna se encuentran la humedad local que beneficia a la salud de la población, su valor paisajístico que la hace apta para actividades de sano esparcimiento y de educación, entre otros.

Por su parte, la directora de ULRA, Dylian Castellón Reynaga, reveló que las conclusiones de las investigaciones no han cambiado mucho.

“No creemos que sea necesario empezar nuevamente un diagnóstico porque ya ha sido realizado. La situación no ha variado de gran manera, ya que continúan los mismos problemas”, anunció.

Desde el CASA y ULRA se apoya con datos científicos sobre lo que es y lo que tiene la laguna, y también en las medidas que se deben tomar. Se trabaja de forma coordinada con el Comité de Recuperación, Mejoramiento y Preservación de la Laguna Alalay (Crempla).

Para las expertas, ahora todo depende de una decisión política y financiera.

PLANES Y LEYES

Actualmente existen planes establecidos y más de una decena de normativas para la laguna.

La limpieza del espejo de agua y los alrededores, la presencia de guardias municipales para el control son algunas de las acciones, pero aún falta implementar un verdadero proyecto macro.

Se tienen leyes como la declaratoria de Área de Protección Ambiental, la ley que declara prioridad regional, la Protección y Conservación de la Laguna como Patrimonio Natural y Ecológico, así como también las restricciones y prohibiciones, entre otras.

Esto no ha detenido la presencia de los invasores, a través de los comodatos y ampliación de los espacios deportivos, los incendios y la reducción del espejo de agua.

ZONAS PROTEGIDAS

En la laguna Alalay se ha hecho un trabajo pormenorizado para detectar las zonas que requieren una mayor atención y que se encuentran en riesgo.

Los cuatro sectores (norte, sur, este y oeste) tienen un tratamiento especial. Mediante Ordenanza Municipal 2395, de 1999, se estableció la zonificación de la laguna Alalay, en la que se establecen las actividades permitidas en este ecosistema, que en forma resumida dice:

Margen este, zona destinada a la preservación ecológica con énfasis en las aves y la contemplación de la reducción paulatina de las actividades humanas.

Margen sur, zona recreativa-deportiva de bajo impacto y que no requieran grandes construcciones. En la normativa se advierte que debería haber una barrera de amortiguamiento entre el área deportiva y el espejo de agua, con plantaciones altas naturales y acorde con el tipo de suelo.

Margen norte, zona recreativa-educativa que prevé la instalación de un centro de información y educación ambiental, además de la reforestación con especies nativas.

Margen oeste, zona de actividades humanas de tránsito, desplazamiento y contemplación del paisaje.

Por otro lado, en el reglamento de Uso de la Laguna Alalay y su Entorno, del 21 de agosto de 2012, especifica sus usos.

El sector norte está destinado a la consolidación de un bosque urbano educativo-recreativo. Aquí está permitido la presencia de visitantes.

El sector sur es recreativo y deportivo, destinado al desarrollo de la mayor cantidad de actividad humana. En la normativa se advierte que no deben haber construcciones o infraestructuras muy grandes y solo tener equipamiento básico. Debería haber una barrera de amortiguamiento, con plantaciones altas naturales y acordes con el suelo, entre el área deportiva y el espejo de agua.

El sector este es de preservación y para equipamientos urbanos. En el lado externo se encuentran los comodatarios o concesionarios de uso de suelo y en el lado interno se encuentra la cobertura de totorales. Se limita la actividad humana solo para labores científicas. En el subsector de comodatarios pueden desarrollarse actividades deportivas ecológicas.

Finalmente, el sector oeste se destina a actividades humanas de tránsito y desplazamiento, con ocasionales lugares de descanso y contemplación del paisaje.

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