La intensa producción de yeso y ladrillos en el valle bajo de Cochabamba deteriora aún más la calidad del aire en la zona metropolitana de Cochabamba. La polución que cubre el cielo desde Sacaba hasta Sipe Sipe es una consecuencia de la emisión de gases con partículas contaminantes, del tipo PM10 y PM25, del parque automotor, las industrias, ladrilleras, caleras y yeseras.
La mayor producción de yeso se concentra en Sipe Sipe con 200 hornos. Al menos el 60 por ciento de ellos utiliza leña para el proceso y cuenta con hornos tipo “volcán”. Apenas un 40 por ciento emplea gas natural en la producción. La enorme brecha que aún existe entre los hornos artesanales y los ecológicos se debe a la creencia de que el yeso, además del ladrillo y la cal tienen mejor calidad si se elaboran con leña.
Pero, el proceso artesanal es uno de los más contaminantes. Además, de leña se utilizan neumáticos que desprenden hasta 200 sustancias tóxicas que permanecen en el ambiente durante varios días.
La mayor cantidad de yeseras y caleras está en Suticollo, Valle Hermoso, Montenegro Central, Puente Viloma, Montenegro I, Caviloma, Villa Pankuruma y Sorata, en el municipio de Sipe Sipe. Pero, pese a la intensa actividad no existe una regulación.
La gestión ambiental de la Alcaldía de Sipe Sipe es insuficiente. En tanto que, la Gobernación tampoco ha avanzado en una normativa metropolitana.
Con 20 años de experiencia en el sector yesero, Rosa Escalante, contó que realiza cuatro “horneadas a leña” al mes, con 24 horas de cocción por quema. Produce 1.000 bolsas que vende a 10 bolivianos. “Queremos regularnos, nos han dicho que nos van a dar un parque industrial. Nosotros estamos dispuestos”, aseveró.
Los hornos no sólo contaminan, sino que alientan la existencia de un mercado de leña. Una de las productoras, Sabina Loreña, dijo que los “leñeros” ofertan una carga en 1.500 bolivianos.
Uno de los pocos productores de yeso a gas, Roger Meneses, dijo que optó por el combustible debido a que es más rentable y amigable con el medioambiente. Cada mes realiza siete quemas. En cada una produce 750 bolsas de yeso y las vende en 11 bolivianos. “Últimamente las fábricas nuevas que se han ido instalado no funcionan con gas, sino a leña porque es más barata, con horno, galpón pequeño y nada más. Eso sí contamina y el municipio no tiene la autoridad de parar”, dijo.
Un estudio de la fundación Swisscontact establece que Cochabamba es el mayor productor de yeso del país con 201.900 toneladas, le sigue La Paz con 163.800 y Tarija con 156.500.
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