Después de 400 años de explotación irracional no se ve ningún tipo de beneficio económico perceptible para Bolivia y sobre todo para las comunidades afectadas por la explotación minera, solamente trae como consecuencia la contaminación en agua, suelo y aire, señaló la responsable de comunicación del Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA), Norma Mollo, en las conclusiones del taller de minería que se realizó el domingo 8 de junio.
Indicó que la producción minera en el país circuló por un Código de Minería totalmente favorable a las empresas transnacionales; siendo Bolivia el chivo expiatorio del sistema capitalista y extractivista.
"Bolivia, siendo un país pobre y subdesarrollado, no cuenta con políticas claras para la correcta administración de los recursos naturales no renovables, ya que después de muchos años de explotación irracional no se ve ningún tipo de beneficio", aseguró.
Manifestó que la elaboración de la Ley de Minería, que defienda y responda a los intereses de la sociedad, tanto en materia económica y ambiental, es sólo una utopía, en la que navegan las organizaciones sociales afectadas por esta actividad.
"Lamentablemente las pequeñas modificaciones realizadas a la nueva Ley de Minería no cubren los malestares planteados por las organizaciones sociales, tampoco menciona un mejor avance en relación a la explotación y exportación de nuestras materias primas", dijo. Mencionó que éste proceso debería enfocarse en la participación colectiva de todos los actores relacionados con esta actividad, ya sea de los operadores mineros como de los afectados por la contaminación ambiental.
"Todos debían ser parte de la elaboración de la Ley Minera, esto para evitar que continúen con la contaminación por los ingenios de plantas metalúrgicas, productos inorgánicos y otros, cuyos efectos negativos repercuten directa e indirectamente en el hombre y en la biodiversidad", sostuvo.
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