El aprovechamiento de la madera del Chapare tiene poco control de las autoridades y, según un estudio presentado por el Centro de Tecnología Forestal, se ha deforestado aproximadamente el 56 por ciento del bosque primario en la región. Esta investigación revela que, si este proceso continúa al mismo ritmo, dentro de 15 años habrán desaparecido todos los árboles antiguos de la región y el responsable de la Autoridad de Bosques y Tierra (ABT) -ex Superintendencia Forestal-, Manuel Villarroel, explicó que todos los habitantes del departamento somos corresponsables de esta situación.
La investigación, que fue presentada en la Revista de Agricultura y fue elaborada por Mario Coca de la Escuela de Ciencias Forestales de la Universidad Mayor de San Simón y por Iván Dávalos de la Fundación Centro Técnico Forestal (Cetefor), dice que “se estima que, en los últimos 20 años, se ha producido un promedio de deforestación anual de entre 10 a 15 mil hectáreas, alcanzando a la fecha cerca de 300 mil hectáreas que representan el 56 por ciento del Bosque de Uso Múltiple”, que es la calidad que se le dio al Chapare.
Este trabajo explica que “el trópico de Cochabamba abarca unos 37.930 kilómetros cuadrados, equivalente al 56 por ciento de la superficie de la provincia, que representan el seis por ciento de la superficie boscosa de Bolivia”.
También informa que “el Bosque de Uso Múltiple (BUM) comprende 534.000 hectáreas, siendo una de las áreas con la tasa más alta de colonización (86 por ciento) del trópico de Cochabamba”.
Bosque primario
El responsable de la ABT explicó que la desaparición del bosque primario se encuentra en esas 500 mil hectáreas que le corresponden a la zona destinada a la colonización, donde “todavía existe bosque primario, en las regiones más alejadas de los asentamientos urbanos”.
También, dijo que 117 mil hectáreas en el Chapare le pertenecen al territorio comunitario de origen del pueblo Yuqui y 240 mil hectáreas al Yuracaré, que preserva en mayor proporción a los árboles más antiguos.
El funcionario aseguró que “dentro del Tipnis (Territorio Indígena del Parque Isiboro Sécure) está la mayor cantidad de bosque primario”. Villarroel explicó que la explotación de los recursos forestales se controla a través de dos tipos de planes diferentes: los de manejo forestal y los de desmonte y chaqueo, a través de los cuales se determina las regiones donde puede aprovecharse la madera y también las patentes que deben pagarle al Estado por la extracción de los árboles.
Cuatro instituciones
“Estas patentes se calculan en base a volumen (15 dólares por metro cúbico) y a superficie (un dólar por kilómetro)”, dijo el funcionario de la ABT, quien explicó que los recursos se distribuyen entre cuatro instituciones: la Prefectura de Cochabamba, que obtiene el 25 por ciento de los recursos, el municipio del cual se extrae la madera, que tiene el 35 por ciento, Fonabosque, que recibe el 25 por ciento, y la ABT, que tiene el 15 por ciento restante. “Anualmente por este concepto, se obtiene alrededor de los 250 mil bolivianos”, dijo.
Villarroel, además, aseguró que todos somos corresponsables de esta situación por la excesiva demanda de madera, pues en el departamento no existe ningún hogar que no cuente con artefactos de madera.
“El Chapare sólo satisface el 50 por ciento de los requerimientos de madera de la ciudad de Cochabamba. El otro 50 por ciento proviene de Santa Rosa, Yapacani y Guarayos de Santa Cruz”.
Además de esta información sobre la deforestación en el Chapare, se detectaron otros problemas existentes en la administración de los recursos forestales de Cochabamba, que están contenidos en el diagnóstico de Lineamientos Estratégicos para el Desarrollo de Cochabamba, elaborado en febrero del 2008 por instrucción del Ministerio de Planificación del Desarrollo, el Viceministerio de Planificación Territorial y Ambiental, además de la Prefectura.
REFORESTACIÓN
Según la investigación presentada por el Cetefor en cuanto a la reposición del área boscosa en el Bosque de Uso Múltiple del Trópico de Cochabamba en el periodo 1990-2005, las plantaciones forestales (reforestadas) alcanzaron a 4.077 hectáreas, siendo el municipio de Puerto Villarroel donde se encuentra la mayor concentración de estas plantaciones (1.861 hectáreas).
“Se utilizaron 27 especies forestales tropicales, 26 especies provenientes del Chapare y la especie introducida Tectona grandis (teca).
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