Una "alfombra" de 30 kilómetros aproximadamente, se extiende por la orilla del lago Poopó, formada por aproximadamente 30 millones de peces muertos, entre pejerreyes y karachis, algo que fue calificado por los comunarios de la población cercana de Untavi, como una de las peores tragedias que les ha tocado vivir en la región.
En las riberas del lago Poopó, tras la denuncia presentada el 6 de diciembre, se puede apreciar tres hileras de peces muertos. La del centro, es la más gruesa, de aproximadamente un metro de ancho, hasta dos en algunos sectores, que asemeja a una extensa e interminable "alfombra". Las otras dos son más delgadas, una de ellas, la más alejada del lago, fue parcialmente limpiada por los comunarios del sector.
Se calcula a "grosso modo" que podrían llegar a sobrepasar los 30 millones de peces muertos, entre pejerreyes y karachis de distintas edades, desde alevinos, hasta los adultos que estaban listos para convertirse en producto comercializable.
HIPÓTESIS
De momento no existe un informe oficial sobre lo que ocasionó esta tragedia, sin embargo se manejan algunas hipótesis. La contaminación del lago, es una de las que sostienen algunos habitantes y pescadores del lugar, sin embargo resultados preliminares de estudios practicados por el Servicio Departamental de Agricultura y Ganadería (Sedag), no muestran residuos contaminantes en el agua.
La otra hipótesis, señala que el cambio climático provocó la reducción del agua; ésta se habría calentado por esa situación, lo que generó menor oxigenación en el lago para los peces; sumado a ello una ráfaga de viento de alrededor de 70 kilómetros por hora (kmph) los arrastró cerca a la orilla, de donde no pudieron volver por estar aturdidos por la falta de oxígeno, quedando en el suelo agonizando.
El informe oficial sobre lo acontecido, se conocería hoy. Pero además los pescadores aguardan acciones de parte del municipio de Toledo, al que pertenecen, y de la Gobernación, para encontrar soluciones al conflicto que se genera a partir de la tragedia, pues alrededor de 170 familias se ven afectadas por la muerte de los peces.
"No ha habido pesca, hasta el momento nadie ha pescado nada, en vano entran a buscar, en ningún lugar han encontrado. No tenemos esperanza de volver al lago", expresa con tristeza Jhon Mendoza, pescador.
Por su parte Valerio Rojas Flores, también pescador de la zona, aseveró que buscarán ayuda de las autoridades. "Lamentablemente hasta nos da ganas de llorar, porque nunca hemos pensado ver semejante desastre natural. Nosotros queremos ser enfáticos en que el desastre no ha sido simple, sino catastrófico. Vamos a reunirnos para sacar conclusiones de la tragedia y gestionar ante la Gobernación algún tipo de ayuda, porque muchos (comunarios) ya no tienen ni para llevar comida a su casa", indicó.
AVES MUERTAS
Algo que llamó mucho la atención, fue la cantidad de aves que cayeron muertas después de que los pescados empezarán a aparecer en la orilla del lago. El director del Sedag, Severo Choque, indica que el viento fuerte provocó su caída y posterior muerte, sin embargo los habitantes de la zona dudan de ello.
Parihuanas, patos silvestres, khasas y taracas son las especies de aves cuyos cadáveres permanecen en la orilla del lago Poopó. Es muy difícil cuantificar la cantidad de muertes, pero algunos comunarios consideran que sobrepasarían de 500 e incluso podrían ser más de 1.000 los animales fallecidos.
Se espera que con el informe oficial que presente la Gobernación este martes, se despejen todas las dudas y se pueda emprender un plan de acción para evitar futuras catástrofes.
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