La contaminación atmosférica en Cochabamba ha rebasado los límites y representa un riesgo para la salud. El problema fue detectado por una auditoría ambiental realizada por la Contraloría General del Estado, que emitió 32 recomendaciones para los siete municipios de la región metropolitana y la Gobernación. El objetivo es mitigar el impacto en la salud de la población.
El estudio estableció que los mayores contaminantes son el parque automotor, las ladrilleras, yeseras y caleras. “La calidad del aire es preocupante. Hay dos fuentes de contaminación: el parque automotor y las actividades de tipo industrial, como ladrilleras, yeseras y caleras. Las mismas trabajan con combustible de fósiles”, dijo el gerente de evaluaciones ambientales de la Contraloría, Roberto Pérez, ayer.
La auditoría, realizada entre abril y diciembre de 2013, evaluó el desempeño ambiental de Sacaba, Cercado, Tiquipaya, Colcapirhua, Vinto y Sipe Sipe, además de la Gobernación, sobre la mitigación de la contaminación atmosférica desde 1998.
El monitoreo estableció que ni las alcaldías ni la Gobernación planificaron acciones para verificar la emisión de gases de los vehículos. El mismo informe establece que el control de los motorizados nacionalizados, con la Ley 133, tampoco fue efectivo debido a que la Gobernación no coordinó con los municipios. Se estima que sólo el 10 por ciento cumplió con las adecuaciones.
También se confirmó que los municipios de Cercado, Sacaba, Colcapirhua y Sipe Sipe no aplicaron medidas para normar la actividad de las yeseras, ladrilleras y caleras. Aunque Cochabamba intentó reubicar a las ladrilleras de Champa Rancho esto no dio resultado.
A ello se suma que existen deficiencias para la adecuación ambiental de este sector las cuales se materializan en su funcionamiento sin registro, categorización ni licencias ambientales. Los demás municipios y la Gobernación tampoco realizaron controles ambientales efectivos como inspecciones o citaciones para mitigar la contaminación.
Situación es peor en invierno
La auditoría establece que los cochabambinos respiran un aire de “mala” y “muy mala” calidad. La contaminación se agrava sobre todo en el invierno debido a la inversión térmica y a la circulación masiva de material particulado, menor a las 10 micras.
El estudio añade que los principales elementos contaminantes del parque automotor son: el monóxido de carbono, los óxidos de nitrógeno, los hidrocarburos totales y el dióxido de azufre.
Los gases tóxicos impactan de gran manera a los grupos vulnerables de la población: niños, mujeres embarazadas, personas de la tercera edad y con problemas respiratorios. Asimismo, representan “serios riesgos para la salud”. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición permanente a la contaminación atmosférica produce efectos cancerígenos.
Los municipios de la región metropolitana deben trabajar en cinco ejes: verificación de emisiones vehiculares, adecuación de motorizados saneados, la localización, adecuación y control ambiental de ladrilleras, caleras y yeseras.
RECOMENDACIONES
La Contraloría General del Estado emitió 32 recomendaciones para los municipios de la región metropolitana y para la Gobernación. El objetivo es minimizar la contaminación atmosférica.
Entre las tareas para la Gobernación está elaborar un cronograma de adecuación ambiental para las ladrilleras, caleras y yeseras. A ello se suma un plan de reubicación, según el Reglamento Ambiental para el Sector Industrial Manufacturero (Rasim).
También debe “encaminar” medidas, en el corto plazo, para la adecuación ambiental de los vehículos que fueron saneados por la Ley 133.
No hay comentarios:
Publicar un comentario