Brasil cree que la "gran prioridad" en la XVII Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP17) de Durban (Sudáfrica) es renovar el Protocolo de Kioto, afirmó hoy el jefe de la delegación brasileña, el embajador André Correa do Lago.
Acordar "el segundo periodo de compromiso (del Protocolo) es la gran prioridad, porque garantizará que tengamos instrumentos muy sólidos para luchar contra el cambio climático", dijo Correa do Lago en una rueda de prensa celebrada en el COP17.
El Protocolo de Kioto, que se firmó en 1997 y entró en vigor en 2005, establece compromisos legalmente vinculantes de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para 37 países desarrollados, con la excepción de los Estados Unidos.
El Protocolo expira a finales de 2012 y los negociadores intentan acordar un segundo periodo de compromiso que sirva de transición a un nuevo acuerdo internacional jurídicamente vinculante.
Sin embargo, los países en desarrollo consideran imprescindible que las economías occidentales ratifiquen ese segundo período de compromiso del Protocolo, mientras Rusia, Japón y Canadá han anunciado que no renovarán el tratado mientras sus competidores comerciales, China, India y EEUU no asuman compromisos similares.
Pese a las dificultades de la negociaciones, el representante brasileño subrayó que "está muy claro que el acuerdo que vamos a tener al final (en Durban), llame como se llame, debe incluir el segundo periodo de compromiso".
Correa do Lago admitió que "esto es muy fácil decirlo, pero hay muchos aspectos técnicos aspectos que son muy importantes y que tenemos que discutir en las negociaciones. Y es lo que habrá ver en los próximos días".
El negociador brasileño fue preguntado por la "hoja de ruta" que propone la Unión Europea (UE), partidaria de un proceso para negociar, hasta 2015, un nuevo acuerdo internacional legalmente vinculante que incluya a más países.
"Brasil -respondió- está analizando este tema. Una cosa es lo que propone la UE y otra lo que vamos a acordar. Esta es una propuesta que se está examinando y va a ser negociada".
En su opinión, "es muy importante lo que hagamos entre 2012 y 2020. Si tenemos el segundo periodo de compromiso hasta 2020, necesariamente debemos saber qué va a ocurrir después".
Sobre el Fondo Verde para el Clima, Correa do Lago apuntó que "este es otro asunto clave para los países en desarrollo y esperamos que también para los países desarrollados".
El embajador recordó que el Fondo fue "uno de los resultados clave" en la cumbre de 2010 en la ciudad mexicana de Cancún (COP16), que acordó que los países ricos aporten a los países en desarrollo 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020 para virar hacia energías más limpias y combatir el cambio climático.
En Durban, los negociadores tratan de acordar la capitalización y la estructura del Fondo, pero con la reticencias de países como EEUU y Arabia Saudí.
Para el embajador, "es necesario tener recursos muy importantes para que los países en desarrollo puedan hacer tanto como sea posible tan rápidamente como puedan".
"Debemos llegar a un acuerdo -remarcó-, pero sin excusas sobre que el Fondo no está lo suficientemente maduro para se empiece aportar dinero. Realmente, debemos estar muy concentrados en las negociaciones de la estructura y los recursos".
"Vamos a tener consultas con la Presidencia sudafricana para ver cómo avanzamos", precisó Correa do Lagos, quien abogó por ser "muy prácticos" para "el Fondo Verde para el Clima sea algo que pueda tener un uso".
A pesar de las trabas, el embajador se mostró confiado en lograr progresos en el asunto del Fondo de aquí al final de la cumbre, que empezó este lunes y concluirá el próximo 9 de diciembre.
"No deberíamos subestimar -agregó- la capacidad de trabajar muy intensamente en los próximos doce días. Creo que todavía podemos lograr un resultado positivo".
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