lunes, 31 de julio de 2017

El miércoles, viviremos 'a crédito' con los recursos naturales de la Tierra


El miércoles, los humanos estaremos en deuda ecológica con el planeta: habremos consumido la totalidad de los recursos naturales que se pueden renovar en un año.

Según el cálculo que realiza anualmente la organización Global Footprint Network, el Día del Sobregiro global será el 2 de agosto y desde entonces la población vivirá, simbólicamente, ‘a crédito’ con la Tierra hasta el 31 de diciembre.

El informe, escrito junto con la organización World Wildlife Fund (WWF), señala que se trata de la fecha más temprana desde que el mundo empezó a experimentar este fenómeno, a principios de la década de los 70, y advierte que para satisfacer las necesidades y los deseos de consumo de la población actual se necesitarían 1,7 planetas.

El Día del Sobregiro ecológico llega más temprano cada vez. El año pasado se produjo el 8 de agosto y, aunque el ritmo de progresión se redujo un poco en los últimos seis años, esta fecha “continúa avanzando de manera inexorable: pasó de fines de septiembre en 1997 al 2 de agosto en este año", señalan las onegés citadas por AFP.

Para hacer el cálculo, los científicos toman en cuenta la huella carbono, los recursos consumidos por la pesca, la ganadería, los cultivos, la construcción y la utilización del agua.

¿Es reversible?


"Vivir a crédito solo puede ser algo provisional porque la naturaleza no cuenta con un yacimiento del que podamos proveernos indefinidamente", alerta el estudio; sin embargo, ven señales alentadoras que indican que es posible dar la vuelta a esta tendencia y una de ellas es el hecho de que las emisiones de dióxido de carbono vinculadas a la energía no aumentaron en 2016 -por tercer año consecutivo- y creen que se debe al creciente uso de las energías renovables para producir electricidad.

Rodrigo Ayala, director de la fundación Protección del Medioambiente Tarija (Prometa), también considera que se puede revertir este panorama, pero hace falta un compromiso global. “Esta tendencia va a ser reversible si hay un cambio estructural mundial, un cambio político y económico que parece ser utópico”, afirma Ayala y señala que aunque los gestos cotidianos –como no derrochar el agua y hacer una mejor gestión de la basura- son indispensables, la mayor parte de la responsabilidad recae en los gobiernos y en las grandes empresas, quienes son responsables de cambiar el modelo de consumo.

Sin embargo, Vincent Vos, ambientalista y biólogo radicado en Beni, no es tan optimista. Aunque cree que en teoría sí se puede cambiar la tendencia, y habla de lugares donde hay un atisbo de esperanza, lo ve difícil. “Aunque apliquemos al pie de la letra el Acuerdo de París, la Tierra va a hervir en poco tiempo”, dice convencido de que “la realidad todavía sobrepasa los peores pronósticos”.

Análisis de Rodrigo Ayala, director de Prometa

"El Patrón de consumo está mal"

Las acciones de los gobiernos para preservar el medioambiente son débiles y en Bolivia, como en el resto del mundo, somos cultores de una visión extractivista no solo de petróleo o minería, que es lo que generalmente se menciona, sino también de agua.

Me sorprende cómo se habla de proyectos de agua en todo el país, pero no se está hablando de reforestación ni de cuidados de las fuentes de agua, sino de proyectos de extracción o distribución y no de inversión en el cuidado de la fuentes y la reproducción de recursos hídricos.

En general, los gobiernos actúan poco porque tiene el lobby de las grandes empresas que protegen un modelo de consumo y uso de recursos. Se trata de un problema estructural: el patrón de consumo está mal y parece un problema insoluble.

Las preocupaciones ecológicas ya son un tema de primer orden y creo que se puede revertir la tendencia, pero solo si hay un cambio político y económico mundial.

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