Como en todas partes de mundo, Bolivia hoy celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, con graves amenazas de deforestación, contaminación y sequía. A esta tragedia se suma los drásticos cambios climáticos, que están poniendo en riesgo la fauna y flora del país.
Según los expertos, Bolivia pese a constituirse en uno de los países, que cuenta con una importante variedad de fauna y flora, registra serios problemas medioambientales, a los que en muy pocos casos se ha respondido de manera adecuada.
Nuestro país se encuentra en emergencia, según datos de la Organización de Estados Americanos (OEA), por ser una de las regiones que presenta riesgos de deforestación mundial.
Un tercio de la deforestación mundial se encuentra en Latinoamérica, entre las que está nuestro país, lo que representa el 22 por ciento de los bosques nativos, unos 860 millones de hectáreas.
A la deforestación se suman otros dramas medioambientales por contaminación en Bolivia, generada especialmente por minería y los desechos tóxicos, o por falta de agua.
Según el coordinador de Investigación de la Liga de Defensa del Medio Ambiente, Marco Octavio Rivera, los principales problemas vienen también por la explotación minera, este es el caso del río Pilcomayo, que también pasa por Argentina y Paraguay, donde el nivel de plomo detectado en sus aguas rebasa en tres veces al valor de 0,05 miligramos por litro, permitidos en la Ley de Medio Ambiente.
Por otra parte las últimas evaluaciones de las autoridades medioambientales de Bolivia, revelan que en estos últimos tiempos la consciencia de la población se ha incrementado, con relación a las quemas que se realizan en diferentes sectores del país.
El responsable de Gestión de la Calidad del Aire en la ciudad de La Paz, Pablo Aldunate, informó que la contaminación del aire se incrementa en el país los meses de mayo hasta septiembre, que viene siendo la época seca y por la falta de lluvias, por lo que el cielo se ve en sus niveles más contaminados.
Sin embargo, destacó que en estos últimos años desde 2004 hasta la gestión actual, la contaminación ambiental disminuyó en un 37 por ciento, en la parte central del país, el 34 por ciento en la ladera oeste y en el este la reducción fue del 49 por ciento. “Esto se logró con el apoyo de la comunidad en general, que año que pasa disminuye el encendido de fogatas y la contaminación”, señaló Aldunate.
La contaminación ambiental, es un daño potencial que repercute en la salud de las personas, la misma que aumenta con la proximidad de San Juan, cuando tradicionalmente se acostumbra a la quema y realizar fogatas, lo que afecta de gran manera a los niños menores a cinco años y los adultos mayores de 60 años.
Sin embargo, en los últimos años es notoria la reducción de esta costumbre en un 50 por ciento, debido al incremento de la consciencia de las personas. Aldunate supone que esta sensibilización de la ciudadanía, se debe a la difusión de mensajes para proteger el medio ambiente.
“Últimamente los mensajes de sensibilización llegaron a invadir nuestras vidas y reconforta saber que Bolivia aún mantiene la naturaleza que lo caracteriza a comparación de otros países, que viven con altos niveles de contaminación”, dijo.
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