Enviado a Sud Yungas
Jorge Chávez y Porfiria Tinta se llevaron ayer una desagradable sorpresa cuando vieron que no podían aprovisionarse de agua porque se había secado el río Yorajuma, en el municipio Yanacachi de Sud Yungas. En medio de un sofocante calor, ambas personas coincidieron en llegar al lugar, luego de caminar al menos 20 minutos desde sus respectivas comunidades en busca del líquido para su consumo. La falta de lluvias provocó que no haya agua en las 16 cascadas ubicadas entre La Cumbre y ese río.
La Razón realizó ayer un recorrido hasta la comunidad La Florida. En el trayecto constató la falta de agua, salvo dos cascadas que tenían dos hileras de agua que chorreaban débilmente.
En el ingreso a la región se observó que el glaciar que cubría a La Cumbre se derritió, puesto que los nevados desaparecieron. Ahora sólo se puede observar las serranías negruzcas y paja brava seca y amarillenta.
Al pasar la localidad de Unduavi, se vio que ya no hay la cascada conocida como el Puente del Diablo (tercer puente). Este lugar se caracterizaba porque permitía a los pasajeros detenerse para lavarse las manos y mojarse la cabeza.
Más abajo se constató que el sector de San Cristóbal estaba totalmente seco. Este lugar era conocido por los frecuentes deslizamientos que presentaba, debido a la constante humedad, y los bloqueos naturales que provocaba. Esta zona era temida por los transportistas, quienes optaron por entronizar la imagen de San Cristóbal (patrono de los choferes) en el lugar.
Más adentro, cerca de la población La Florida, Porfiria Tinta, comunaria de Sirupaya, expresó su preocupación por la falta de agua en el río Yorajuma. “Yo vine por agua al río, pero veo que está totalmente seco y ahora no sé qué hacer. Yo tengo una granja y cultivo flores, pero ya no puedo cumplir con el riego a las plantas o lavar mis pollitos y patos que llevo a vender a La Paz. Las flores son pequeñas por la falta de agua, aunque la mayoría se está muriendo. Por favor pedimos a las autoridades que hagan algo para ayudarnos”, manifestó.
Doña Porfiria indicó que, a raíz de esta situación, las comunidades decidieron racionar el uso de la poca agua que disponen. Explicó que en el municipio de Yanacachi se puede usar el líquido elemento solamente para lavar o cocinar. Sostuvo que se prohibió regar los cultivos o la carretera para evitar que los vehículos levanten polvareda.
En la comunidad La Florida, más adentro, don Jorge Chávez aseguró que sus sembradíos están siendo afectados por la falta de agua. “Ya se acabó, yo antes obtenía el agua directamente del río, pero ahora veo que se secó. Mi esposa siempre vivió aquí y me indicó que el río nunca se secaba, pero mire. Estamos pensando comprar tanques (recipientes) para poder almacenar agua y así no sufrir por este problema, ya que los politubos no nos están sirviendo por la falta de agua”.
Lucio Flores, comunario de Sirupaya, advirtió que por la falta de agua para el regado de sus cultivos de papa, zanahoria y flores, éstos prácticamente se perdieron. “Todo mi sembradío se perdió y ahora ya no podré sacarlo para venderlo en el mercado Rodríguez (de La Paz). Además tengo mi restaurante, que también se está viendo perjudicado por la falta de agua que hay y por lo poco que sacamos de la cosecha, ya que es sólo para alimentarnos y tal vez para poder vender a algunos caseritos”, aseguró.
Flores también hizo notar que el río Unduavi, que sigue su curso en el municipio de Yanacachi, perdió su caudal. Indicó que en el lugar quedaron al descubierto rocas que siempre estaban cubiertas por el agua. Incluso, agregó, se ve que ya hay vegetación porque hay una pequeña hilera de deshielo.
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