La Fundación Amor por los Animales-Bolivia (Aplab) mediante su vocera Ana Serrano Revollo, informó que unas 41 crías de tortuga —conocida como “peta” de río— fueron decomisadas en la ciudad altiplánica de Oruro, región andina, donde se comercializaban de forma ilegal y serán devueltas a su hábitat en la Amazonia, al noreste del país, según destacó este miércoles la agencia internacional de noticias EFE.
De acuerdo a datos obtenidos por Sol de Pando en contacto con activistas dela Fundación Aplab, las 41 pequeñas petas (cuya figura inspiró en Bolivia la denominación de los populares autos Volkswagen) tendrían como destino el mercado de Chile a donde se los pretendía introducir vía contrabando.
Las tortugas, de la especie Podocnemis unifilis que habita especialmente en los ríos de Beni y Pando dentro el territorio boliviano, fueron decomisadas en la ciudad altiplánica a un traficante de animales silvestres y la policía las trasladó inicialmente a un zoológico local.
Como el recinto no tenía condiciones adecuadas para ese tipo de animales, las activistas de Aplab de La Paz se hicieron cargo de la protección temporal de las tortugas mientras ven la forma de reintegrarlas al departamento amazónico de Beni, informó EFE.
Según lo planificado, esta semana las tortugas serán enviadas al Beni para que las autoridades competentes se hagan cargo de su reinserción en su hábitat natural. Este animal se encuentra en los registros del “Libro rojo de la fauna silvestre de vertebrados de bolivia” como una especie vulnerable, a un paso de ser declarada en peligro de extinciòn.
Ana Serrano Revollo, fundadora y directora de la Aplab, recordó que la normativa boliviana prohibe la venta, compra y transporte de los animales silvestres a quien no tenga los permisos correspondientes de las autoridades nacionales.
Serrano es una destacada y activa defensora de animales, reconocida y galardonada por la Asamblea Legislativa Plurinacional a la que colaboró elaborando el proyecto de la vigente Ley 4040 de protecciòn animal, y también recibió premios internacionales por su labor humanitaria en favor de la fauna boliviana.
La peta de río y sus características
Según describe el Libro Rojo, se trata de una tortuga de tamaño medio. Las hembras son más grandes que los machos (50 centímetros versus 33,5 de longitud del espaldar respectivamente), y un peso aproximada de 9-12 kilogramos.
Se distingue de otros miembros de la familia por tener el caparazón converso y ovalado que alcanza su máxima anchura a nivel medio (nunca dilatado posteriormente).
Las patas son completamente palmeadas.
El color del caparazón varía entre café oscuro o negro y el plastrón es grisáceo, retienen el patrón de coloracioón de las crías y juveniles.
Podemis unifilis dobla el cuello de lado dentro del caparazón.
Las tortugas rescatadas
las 41 “petas” rescatas en Oruro —una región hostil para las tortugas amazónicas por su clima extremadamente frígido—, pertenecen a la especie catalogada como Podocnemis unifilis, descubierta en 1848 por el zoólogo alemán Franz Hermann Troschel, discìpulo del sabio naturalista y geógrafo Alejandro Humboldt. El nombre inicial con que Troschel catalogó a esta tortuga amazónica, endémica en ríos de Brasil, Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador, fue Podocnemis cayennensis.
Desde el año 2003, hasta el presente, esta especie se encuentra calificada como “Vulnerable”, situaciòn después de la cual podría ingresar a la categoría “En Peligro de Extinción”.
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