En La Paz, las botellas de bebidas alcohólicas pueden dar réditos incluso después de consumido el licor. Y más si se conserva la tapa y la caja originales, pues hay redes ilegales que adulteran y falsifican diferentes tipos de tragos, que adquieren y reciclan estos residuos.
En la avenida Buenos Aires se instalaron puestos de reciclaje, en los que además se puede revender papel, plástico, aluminio y otros productos y materiales. Entre ellos, botellas de vidrio de bebidas espirituosas.
Las de singani son las más cotizadas en estos comercios y más si son vendidas con su tapa y la caja de cartón con la que algunas marcas lo comercializan.
Estas botellas, al igual que las de ciertos rones y otros licores, son adquiridas por estos “recicladores” que las emplean para vaciar allí sus tragos falsificados y venderlos como si se tratara del producto original, aunque generalmente a menor precio.
Página Siete visitó cinco sitios de compra de este material para reciclaje: botellas, tapas y cajas; se determinó que el precio varía según el estado en que se encuentre la botella y sus complementos.
“La botella cuesta 50 centavos, pero si traes con la tapa y la caja valdría entre 1 y 1,20 bolivianos. Depende también de su estado”, dijo una de las comerciantes en la avenida Buenos Aires.
Los negociantes hacen algunas recomendaciones. “La caja (del singani Casa Real) debe tener las letras rojas, no las blancas porque son antiguas y ya no valen”, explicó otra de las vendedoras.
Esta situación irregular fue confirmada por el intendente de la Alcaldía de La Paz, Mauricio Ruiz, quien informó que es difícil el control de la compraventa de las botellas.
Por esta razón pidió a la ciudadanía que “bote la tapa, rompa el envase y haga algún daño a la etiqueta si es posible, porque estas botellas se usan para falsificar las bebidas”.
Los envases de singanis tienen el precio más elevado, 50 centavos sólo la botella, mientras que las de whisky sólo cuestan 10 centavos.
Un vendedor explicó esa diferencia: “Al final, en las de whisky sólo llegamos a poner vinagre, para eso nomás sirven, porque las botellas originales vienen con precintos y ya no se las puede falsificar”.
Página Siete visitó uno de estos puntos de recolección como si se tratara de un comprador interesado por adquirir envases de vidrio en gran cantidad.
“La botella le cuesta un boliviano”, dijo el vendedor. Pero si el interesado requiere también conseguir la tapa y la caja de las botellas, el precio sube hasta tres bolivianos, tres veces más que el monto en que son adquiridas por estos recicladores.
Además, éstos no cuestionan cuál es el destino del envase o para qué se requiere, tampoco de las tapas y las cajas del producto.
Ruiz también explicó algunos de los modos con los que los “recicladores” logran conseguir los envases de vidrio, que son rellenados con la bebida falsificada.
“Cuando hay una fiesta, los recolectores están en la puerta del salón a la espera de poder llevarse las botellas y ellos, que son gente humilde, por lo general las venden en estos centros de recolección”, declaró.
A raíz de este negocio, que es la raíz de una cadena de acciones ilegales, el intendente del municipio paceño recomendó tomar ciertas precauciones al comprar bebidas alcohólicas.
Aconsejó verificar que la tapa de la botella tenga todas las medidas de seguridad.
Si se trata de una bebida adulterada, los dientes de la tapa nunca coincidirán con el envase, lo que prueba que el producto no es original. También se debe revisar si el envase está gastado.
Bebidas adulteradas
Destino El acopio de los envases de vidrio de bebidas alcohólicas también es destinado a la reutilización del material para la fabricación de vasos y otros artículos.
Devaluado Aunque el whisky es una bebida costosa, la botella de este producto es la menos requerida por estos “recicladores” por ser casi inviolable.
Métodos Además de los puntos de recolección, los negociantes de este producto lo consiguen en los locales de fiestas o discotecas.
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