Los municipios ribereños del río Piraí, la Gobernación de Santa Cruz y el Ministerio de Medio Ambiente y Agua deben clasificar los cuerpos de agua que conforman la cuenca más urbana del departamento. Esa es la principal recomendación del informe de la auditoría ambiental del Piraí realizada por la Contraloría General del Estado, y si se mantiene la clasificación de la prefectura cruceña en la década pasada, el Piraí será un río clase C. Con ello, sus aguas serán ‘de utilidad general’ y ninguna de las cooperativas podrá cumplir con los parámetros exigidos por la norma. Así lo reconoce Fernando Trigo, jefe de control de calidad de Saguapac.
Con los ríos sin clasificar, las cooperativas de agua que trabajan sobre la cuenca del Piraí demostraron que cumplen con estabilizar las aguas, pero en el mismo informe se indica que, si se clasificara al Piraí como C, Cosepw, la más chica de las tres cooperativas, afincada en Warnes, debería modificar su sistema de tratamiento, porque los volúmenes que emite sobre el río Colorado estarían altos en demanda química de oxígeno.
Trigo admite que Saguapac tampoco calificaría, pero reniega de la clasificación (leer: En Detalle), ya que considera que es irreal para un país como Bolivia. Asegura, además, que Saguapac lleva décadas pidiendo la clasificación de los cuerpos de agua sin tener respuestas.
Consultado sobre qué alternativas habría, Trigo dice que siempre hay, pero que el usuario boliviano no podría pagarla. La opción de lodos activados, que es una especie de evolución de las lagunas de oxidación, es entre cinco y diez veces más cara, mientras que opciones más modernas están directamente fuera de alcance.
En la actualidad, las plantas de Saguapac disminuyen la demanda biológica de oxígeno en un 90% (de 300mg/l a 30) y la carga de coliformes fecales en un 99%. Sin embargo, no son suficientes para un cuerpo clase C. Para lograrlo, tendrían que desinfectar el agua con ozono o con lámparas UV. En cualquiera de los casos, los costos operativos elevarían la factura del agua.
En Warnes, Elvio Castedo, gerente de Cosepw, se queja de que el municipio ha autorizado que se urbanice los terrenos aledaños a la planta de tratamiento, lo que acarreará problemas con los vecinos por los olores.
Eso también ocurrió en Santa Cruz. Saguapac se ve imposibilitada de ampliar su planta Norte 2 porque ya está rodeada de urbanizaciones (final de la radial 26), pese a que la norma dice que no se pueden asentar a 500 metros de distancia.
Según dijo Manlio Roca, secretario de Medioambiente de la Gobernación, la alternativa para no salirse de la ley será clasificar el Piraí por tramos, por los que algunos segmentos serán clase A y B, otros C, pero también será necesario tener tramos clasificados como D, es decir, aguas de calidad mínima.
En los hechos, parte del río Piraí, los arroyos Los Sauces y Colorado, y los afluentes La Madre y Chané ya son ríos que entran en la clasificación D.
Los clandestinos deben pagar
Se acabó el agua gratis para estaciones de servicio, balnearios e industrias que habían perforado pozos de forma clandestina. La Autoridad de Fiscalización y Control Social de Agua Potable y Saneamiento Básico (AAPS) ha instruido a las cooperativas y comités de agua que inicien una verificación de los pozos clandestinos en sus áreas de concesión para comenzar a cobrar por el uso.
Esta decisión es festejada por Víctor Hugo Ortuño, presidente de Cosmol, que calcula que solo el ingenio Guabirá deberá pagar Bs 2 millones al año por el agua que consume de sus pozos.
Según la instructiva de la AAPS, cada pozo clandestino deberá pagar Bs 2,4 por metro cúbico consumido, más de lo que cobran actualmente las cooperativas y comités de agua autorizados por la AAPS. Fernando Trigo, director de Control de Calidad de Saguapac, explica que el objetivo es que desaparezcan estas conexiones clandestinas, que depredan los acuíferos (considerados recursos estratégicos), pero además los contaminan. “Hay empresitas en el cuarto anillo que te perforan un pozo por $us 2.000”, señala.
Las cooperativas deberán instalar medidores en cada pozo censado.
En detalle
Aguas residuales crudas. Aguas procedentes de usos domésticos, comerciales, agropecuarios y de procesos industriales sin tratamiento posterior a su uso.
Clasificación. Establecimiento del nivel de calidad existente o el nivel a ser alcanzado y/o mantenido en un cuerpo de agua.
Condición. Calificación del nivel de calidad presentado por un cuerpo de agua, en un determinado momento, en términos de su aptitud de uso en correspondencia a su clase.
Contaminación de aguas. Alteración de las propiedades físico-químicas y/o biológicas del agua por sustancias ajenas, por encima o debajo de los límites máximos o mínimos permisibles, según corresponda.
Aguas Clase A. Aguas naturales de máxima calidad, que las habilita como agua potable para consumo humano sin ningún tratamiento previo o con simple desinfección bacteriológica en los casos necesarios verificados por laboratorio.
Aguas Clase B. Aguas de utilidad general, que para consumo humano requieren tratamiento físico y desinfección bacteriológica.
Aguas Clase C. Aguas de utilidad general, que para ser habilitadas para consumo humano requieren tratamiento físico-químico completo y desinfección bacteriológica.
Aguas Clase D. Aguas de calidad mínima, que para consumo humano, en los casos extremos de necesidad pública, requieren un proceso inicial de presedimentación, pues pueden tener una elevada turbiedad por elevado contenido de sólidos en suspensión, y luego tratamiento físico-químico completo y desinfección bacteriológica especial contra huevos y parásitos intestinales.
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