Los pueblos indígenas se quedarán sin pescado si en dos semanas no se soluciona el problema. Se convocó a los Cancilleres de Argentina y Bolivia para analizar el tema el 20 de mayo
El proyecto denominado “El Pantalón”, ubicado en Argentina, a 220 kilómetros de la frontera con Bolivia, perjudica a 140 comunidades indígenas bolivianas, debido a que las aguas del río Pilcomayo son desviadas a la República del Paraguay.
Esta situación preocupa a los pueblos indígenas que viven en las riberas del río Pilcomayo, ya que si en dos semanas las autoridades no dan solución al problema, se quedarán sin pescado durante el resto del año.
La bancada indígena de la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija realizó una inspección el fin de semana y resolvió convocar a los cancilleres de Argentina y Bolivia, y a las autoridades de las gobernaciones de Tarija y Salta, a una reunión para el viernes 20 de mayo en la comunidad de Puntana con el fin de analizar este asunto.
El vicepresidente de la Asamblea Departamental de Tarija y representante de los pueblos indígenas, Justino Zambrana, informó que la situación en ese lugar es crítica, porque si bien el río desciende de Bolivia a la Argentina, los peces suben desde las lagunas ubicadas en territorio argentino.
Como el proyecto desvía las aguas del río Pilcomayo, entonces los peces no pueden llegar a las comunidades indígenas de Bolivia, lo que hace que las familias asentadas en esa región se desesperen, pues se trata de su alimento y fuente de recursos económicos.
La comisión dirigida por Zambrana recorrió la ribera del río Pilcomayo hasta llegar a una comunidad denominada Santa Victoria, en el lado de Argentina. Allí se reunieron con las autoridades e indígenas del vecino país. Estos últimos realizaban una movilización, lo que dificultó la labor de la comisión que se dirigía hasta el sitio donde se halla el proyecto “El Pantalón”.
La gente que realizaba medidas de presión informó a la comisión que se trata de un proyecto armado por los gobiernos de Argentina y Paraguay. Las aguas del río las utilizan en territorio paraguayo para labores productivas.
La comisión logró conversar con el intendente de este territorio, con autoridades de la provincia y los capitanes de las comunidades que están al borde del río Pilcomayo. Todos acordaron y decidieron realizar una reunión con los pueblos indígenas del Chaco Sudamericano el 20 de mayo en la comunidad de Puntana.
Para ello, se invitó a las autoridades departamentales de Tarija, como el gobernador, Lino Condori, también a la Gobernación de Salta, a los cancilleres y a los ministros de Medio Ambiente de ambos países. El plan es impulsar una solución a la problemática presentada.
“Las autoridades firmaron un acta de acuerdo para defender el río Pilcomayo. Ahora se busca a las autoridades nacionales del país, para que vean una solución técnica y definitiva. Esta situación perjudica económicamente a los pueblos indígenas que viven al borde del río Pilcomayo”, señaló Zambrana.
El representante de los pueblos indígenas comentó que en este lugar, según los relatos de la gente que fue hasta “El Pantalón”, existen muchos peces muertos en la ribera, sin que nadie se preocupe por ellos.
Por ello, Zambrana se comprometió a solucionar el problema y conversar con las autoridades departamentales. El intendente de esa región también iniciará una gestión para evitar que el proyecto “El Pantalón” siga adelante.
“Es un tema complicado, pero las autoridades bolivianas y argentinas deben unirse para solucionar el problema. El pescado es alimento para gran parte de las familias indígenas”, aseveró.
Zambrana entregará hoy a la Cancillería de Bolivia un informe completo de su visita a ese lugar. Y también mandará copias a la Asamblea Departamental y la Gobernación de Tarija, para que se pronuncien.
“Si las autoridades no escuchan las demandas, se realizarán movilizaciones con organizaciones sociales y pueblos indígenas en defensa del río Pilcomayo. Incluso hay intenciones de personas, en el lado boliviano, que quieren desviar el río Pilcomayo para otro lado, de tal manera que las aguas no lleguen a Argentina. Pero esa no es la solución, sino se debe agotar el diálogo”, afirmó.
Aseguró que detrás del proyecto que desvía las aguas del río Pilcomayo hay directos responsables, porque hay autoridades que firmaron el inicio de la obra. Dijo que espera que el canciller de Bolivia empiece a dar pasos firmes y se siente a dialogar con las autoridades argentinas.
“La idea es que el proyecto no vaya y que respete el ciclo de vida de los peces que suben el río de las lagunas. Los peces vienen de Argentina, así lo decidió la naturaleza. Los pueblos indígenas viven río arriba del Pilcomayo porque saben que los peces llegarán con buen tamaño. Con este proyecto se violan los derechos de los pueblos indígenas de Bolivia y Argentina”, concluyó.
“Si las autoridades no escuchan las demandas, se realizarán movilizaciones con organizaciones sociales y pueblos indígenas en defensa del río Pilcomayo. Incluso hay intenciones de personas, en el lado boliviano, que quieren desviar el río Pilcomayo para otro lado, de tal manera que las aguas no lleguen a Argentina. Pero esa no es la solución, sino se debe agotar el diálogo”.
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