jueves, 12 de agosto de 2010

ABT denuncia devastación de bosques en el municipio de San Javier

Los desmontes y quemas de pastizales están devastando la zona donde se encuentra la colonia menonita Río Negro, en el municipio beniano de San Javier.

El titular de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierras (ABT), Cliver Rocha, informó ayer en Trinidad que sobrevoló la zona donde se encuentran los menonitas constatando esta situación.

“Hay una expansión de focos de calor que peligrosamente está devastando grandes áreas de bosques y en algunos casos pastizales”, indicó.

Rocha, dijo que hace 2 años se tenía información que el desmonte en la colonia Río Negro alcanzaba a 1.000 hectáreas, pero este martes se comprobó que se intensificó el desmonte ilegal.

La autoridad estima que actualmente el desmonte supera las 4.000 hectáreas. Estamos hablando de desmontes nuevos, ni siquiera antiguos y esto es una resistencia clara al estado de derecho, protestó.

Recordó que los dirigentes de esta colonia fueron notificados con la orden de desalojo hace año y medio, sin embargo no se cumplió la disposición del INRA.

El servidor público dijo que la misma resolución de desalojo instruía no realizar ninguna actividad, es decir no se debía tumbar un solo palo y actividades agrícolas.

Bolivia critica pesimismo hacia la cumbre climática de Cancún

El embajador de Bolivia ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Pablo Solón, criticó ayer que se dé por hecho que en la próxima cumbre sobre cambio climático, que se realizará en Cancún (México), no se llegue a un acuerdo para reducir las emisiones de gases contaminantes, el cual fue discutido en la primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra celebrado en Cochabamba, informó la agencia EFE.

“Creemos que si era importante en Copenhague, el año pasado, ahora lo es todavía más”, afirmó Solón, quien asistió a la ronda de negociaciones para preparar la cumbre en Cancún que se cumplió en la ciudad alemana de Bonn.

Pese a que las delegaciones que asistieron a la cita reafirmaron que la meta es llegar a un acuerdo vinculante en Cancún, Solón manifestó su preocupación por las declaraciones de varios líderes políticos que pusieron en duda ese objetivo.

FAO dice que los cambios climáticos afectan a la quinta parte de Bolivia

Especulación: Una de las consecuencias de los efectos de la sequía, la helada y las inundaciones es el alza de precios de alimentos.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) asegura que los efectos del cambio climático afectan a una quinta parte del territorio boliviano, circunstancia que ya se traduce en el alza de precios de algunos alimentos.

Einstein Tejada, coordinador de la FAO, afirmó al diario Nacional de Caracas que las heladas, la sequía y las inundaciones afectan a unos 250.000 kilómetros del territorio nacional, lo que representa una quinta parte del territorio de Bolivia.

Según Tejada, la superficie más vulnerable está en la zona andina, el Chaco en el sur y vastas zonas del oriente, en las dos primeras regiones los daños obedecen a la sequía.

En su momento, el Gobierno informó que este fenómeno afectó a más de 16.000 cabezas de ganado y a más de 24.000 hectáreas de cultivos de trigo, frejol, maíz y otros productos propios de esas zonas.

Las lluvias, a decir de Tejada, también son otro problema, especialmente en el oriente, porque en pocos días “malogran la producción agrícola”.

El frío, otro efecto climático, también afectó al país. Se presentó en julio y durante tres días provocó nevadas en regiones cálidas del sur; en el oriente bajó la temperatura, lo que causó la mortandad de millones de peces en los ríos de la región.

Elisa Panadés, representante de la FAO en Bolivia, explicó que con excepción de huracanes, “Bolivia está afectada por todos los eventos climáticos que ocurren a escala mundial”.

Por efecto de la sequía y la demanda de carne de res en otras regiones del país, Javier Antúnez, presidente de la Asociación de Ganaderos de la provincia Cordillera de Santa Cruz, anunció a la red Erbol que el costo de este alimento aumentará. “En este periodo del año siempre tenemos la subida del precio porque el frío genera desabastecimiento de las cabezas de ganado, lo que se acentuó por la anticipación de la sequía y la falta de forraje (comida para ganado)”.

El defensor del Consumidor de Camiri, Alberto Rodas, también destacó que en los siguientes días puede incrementar el costo en razón del desabastecimiento de ese producto en la región.

El alza no sólo se da en el oriente, sino también en los friales paceños, como en los del mercado Rodríguez, el más concurrido. En un recorrido, La Prensa constató el aumento del precio de carne vacuna entre cincuenta centavos y un boliviano.

Óscar Luna, ex dirigente de los vendedores al raleo de carne de res, aseguró que los que reciben este alimento procedente de Santa Cruz aplicarán el incremento. “Los ganaderos dan las reses a los intermediarios, éstos se encargan de faenearlos y entregarnos a los vendedores, para que nosotros vendamos por raleo el producto. Ellos nos dijeron que producto de la sequía y del frío su precio subiría”.

Hace dos semanas, recordó, el kilo gancho de carne de res costaba 17,10 bolivianos, acutalmente está en 17,90.

El precio del kilo de la carne de pollo también aumentó de 13 bolivianos, que costaba hace dos semanas, a Bs 15. Pamela Mayta, del frial Pollos Bambi, consideró que el encarecimiento obedece a que los avicultores argumentan que no hay comida para los pollos, por lo que están criando una cantidad menor de aves.

Entre otros, el precio de la harina de trigo también subió. Hace tres semanas, el quintal costaba 160 bolivianos, esta semana cuesta Bs 180. Por su parte, la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA) indicó que tiene cerca de 80.000 bolsas de 50 kilos a un precio de 34 bolivianos.

Hay 300 km de peces muertos en ríos del oriente

El Gobierno, a través del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, informó que el frío polar mató a millones de peces que se extienden sobre 300 kilómetros a orillas del río Grande en el departamento de Santa Cruz.

Omar Rocha, director de Biodiversidad, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, aseguró ayer que la mortandad de los peces en esa región también afectó a los ríos Ichilo y Piraí, por lo que al ser una extensión de territorio “tan grande donde se expande esa cantidad de peces muertos”, se descarta la posibilidad de hacer una limpieza. Además, porque los restos de los peces están desapareciendo producto de su descomposición y por la presencia de aves carroñeras.

La mortandad de peces se produjo a mediados de julio por el frío polar que llegó a la región y ocasionó ese desastre natural. También se produjo en Beni y en Tarija.

Entre las especies afectadas hay surubí, pacú, tambaquí y otros. En este marco, Rocha manifestó que el Ministerio gestionará la declaración de zona de desastre para los municipios afectados de Santa Cruz y que se evaluará en el caso de Beni.

lunes, 9 de agosto de 2010

Misión de emergencia busca rescatar a nueve bufeos atrapados en el río Pailas

Nueve delfines de río (bufeos) atrapados en un segmento del río Pailas, en el departamento de Santa Cruz, serán rescatados y trasladados a un mejor hábitat por una misión interinstitucional del Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado, el Instituto de Ecología de la Umsa, la Gobernación de Santa Cruz y Funsar. La Fundación Estas Vivo de la telefónica VIVA apoya esta iniciativa financiando sobrevuelos al área afectada para evaluar la situación de los bufeos y buscar lugares óptimos para su nuevo hábitat.

Los delfines atrapados en el segmento del río Pailas son nueve incluyendo dos crías y un juvenil, los cuales por el momento se encuentran en buen estado. Sin embargo, si no se los traslada a un mejor hábitat, éstos pueden morir por la falta de alimento. Por otro lado, se corre el riesgo que la calidad del agua baje a niveles alarmantes y finalmente este cuerpo de agua se seque totalmente, según explica Enzo Aliaga-Rossel biólogo boliviano que viene trabajando con delfines de río por más de 10 años en Bolivia y el Perú.



El pasado mes de mayo, el Gobierno Departamental de Santa Cruz denunció el cofinanciamiento de delfines de río o bufeos en el río Pailas (afluente del río Grande en el Departamento de Santa Cruz), debido a alteraciones provocadas por la mano del hombre y una crecida del río Grande en época de lluvia, la cual generó un tapón de lodo y arena de más de 400 m de longitud que impide que los bufeos puedan salir del lugar.



Los sobrevuelos

La Fundación Estás Vivo, que lleva adelante una campaña de difusión de especies bolivianas en peligro de extinción, entre las cuales se encuentra el bufeo, financió sobrevuelos en avioneta con una duración total de siete horas y media.

Para Mariana Escóbar – bióloga Investigadora del Museo Noel Kempff Mercado- el apoyo de la Fundación es de suma importancia ya que está permitiendo realizar un registro fotográfico y evaluar toda la zona afectada. De este modo se cuenta con información más clara de la degradación que ha sufrido la zona a causa de la deforestación masiva a la cual ha sido sometida en los últimos años. Por otro lado estos sobrevuelos han permitido identificar zonas óptimas donde los delfines pueden ser liberados. Con estos insumos se planificará la estrategia de rescate.



Una especie única

El delfín de río, conocido en Bolivia como bufeo (Inia boliviensis) es el único cetáceo presente en un país sin acceso al mar. Las poblaciones de este mamífero en Bolivia están aisladas del resto de las poblaciones del Amazonas, lo que hace del bufeo una especie “única” de nuestros ríos.

El bufeo habita ríos y lagunas del trópico de Cochabamba, Santa Cruz, Beni y Pando. Esta especie sufre diferentes amenazas para su conservación; no sólo por la degradación de su hábitat por la deforestación, contaminación de los ríos, la construcción poco planificada de carreteras y represas, sino también que es atrapada accidentalmente en redes de pescadores donde muere. Por todo ésto, el Libro Rojo de Vertebrados de Bolivia lo categoriza como "Vulnerable", e indica que se deben tomar acciones para su protección y conservación.

A esta iniciativa de rescate, a su vez se han sumado diversas instituciones comprometidas con la conservación de estos cetáceos como la Fundación Omacha de Colombia, WWF, WDCS y Gas Trans Boliviano (GTB).

El Tunari arde tres días y se queman más de 60 hectáreas


Incendio: Más de una treintena de bomberos, voluntarios y guardaparques trabajaron tratando de apagar el fuego.

Cochabamba/ Los Tiempos.- Más de 60 hectáreas de pastizales y bosques quemadas, un cerro ennegrecido, enormes nubes de humo sobre las alturas de Vinto, Colcapirhua y Tiquipaya, además de un aire enrarecido por la humareda, fue lo que dejaron los cuatro incendios forestales que azotaron el Parque Nacional Tunari en los últimos tres días, según se desprende del informe de la Unidad de Rescate de Bomberos de Anocaraire (Vinto) y el grupo SAR Bolivia.

La cadena de fuego, que comenzó el 6 de agosto en un cañadón de la cordillera del Tunari, continuó al día siguiente en la zona de Bella Vista y persistió ayer con más fuerza con dos focos de incendio: uno en la zona de Mallco Rancho (Vinto) y otro cerca de la zona La Taquiña, en proximidades de la cervecería del mismo nombre, según el voluntario de SAR Bolivia Cristian Arancibia y la unidad de Rescate.

Las enormes lenguas de fuego que invadieron el Tunari destruyeron al menos 60 hectáreas de pastizales, pajonales y especies nativas, como quewiñas, eucaliptos, molles y pinos, pese a los esfuerzos de más de una treintena de voluntarios, entre bomberos, rescatistas de SAR Bolivia y SAR FAB, comunarios y guardabosques de la dirección del parque, declarado reserva ecológica y protegido por la Ley 253.

La humareda opacó el cielo del valle bajo el 6 y 7 de agosto.

Las enormes lenguas de fuego que se formaron en el incendio de La Taquiña alcanzaron a verse, como en anteriores casos, desde la ciudad de Cochabamba y por momentos preocuparon a las urbanizaciones próximas al sector afectado.

Arancibia explicó que es difícil determinar la causa de los incendios forestales, sin embargo precisó que, al estar en una época seca, el sector es propenso a ellos.

Sólo en la zona del cerro Bella Vista se encontraron vestigios de un chaqueo descontrolado, pues muy cerca del lugar se encontró un terreno que estaba siendo preparado para la siembra.

Los rescatistas que ayer hasta el final combatieron las llamas con la ayuda de ramas se abocaron a evitar que avanzaran a las urbanizaciones vecinas y a la cervecería.

Mario Araníbar, representante del SAR Bolivia, informó que el fuego en ese punto comenzó después de 1as 12.30 y cobró fuerza con ayuda del viento.

Aún se desconocen cuáles serán los efectos de la contaminación por la humareda, pero se prevé que las primeras en verse afectadas sean las personas que padecen enfermedades respiratorias, como el asma.

Con los cuatro incendios de los últimos tres días se calcula que ya son ocho las contingencias de este tipo registradas en el parque Tunari entre julio y agosto de 2010.

Para destacar

La cadena de incendios comenzó el 6 de agosto en un cañadón de la cordillera del Tunari y luego se propagó.

El fuego arrasó con decenas de hectáreas de especies nativas, pastizales y pajonales en ese parque nacional.

domingo, 8 de agosto de 2010

7 aves en extinción


En peligro crítico, así están categorizadas siete aves de Bolivia que corren peligro de extinción según el Libro Rojo de Vertebrados Silvestres de Bolivia publicado por el Viceministerio de Medio Ambiente, Biodiversidad y Cambios Climáticos. En la lista figuran la palkachupa, el mamaco, la pava copete de piedra, el tilluche, la remolinera real, la paraba azul y la paraba frente roja.

De las siete, las dos últimas son las únicas endémicas (es decir propias) de Bolivia de acuerdo con el biólogo Hugo Aguilar. La primera anida en la región de las sabanas de los llanos de Moxos y la segunda, en los valles interandinos.

Aguilar señala que el tamaño poblacional es uno de los elementos determinantes para clasificar a una especie “en peligro crítico”. Ése es el caso de la remolinera real, que cuenta actualmente con entre 50 y 70 individuos; las demás especies en extinción oscilan entre 100 y 1.000. Otro aspecto clave es el espacio de distribución de las especies; por ejemplo, el mamaco sólo tiene 20 kilómetros cuadrados para su hábitat.

El también biólogo Omar Martínez señala que el principal peligro para la extinción de estas aves es la pérdida de su hábitat, que tiene como enemigo a la agricultura, actividad humana que emplea el chaqueo y se aplica en diversas regiones. “Hablamos de los monocultivos de arroz en Guanay (La Paz), la caña de azúcar en Bermejo (Tarija), la soya en el oriente, donde se habilita tierras de bosque para utilizarlas entre tres y cuatro años para después buscar otras”.

Martínez añade que al agro se suman los males que provocan la tala y la extracción de madera y la plantación de otras especies de árboles, como el pino y el eucalipto. “De este último se ha visto que en un periodo de tiempo relativamente corto puede desecar (extraer humedad) cuerpos de agua locales y se ha demostrado que la diversidad y abundancia de aves en estos bosques es muy baja”.

A estos peligros se suman la cacería de subsistencia como una opción de alimentación de pobladores rurales y la cacería de especies sólo para utilizar su colorido plumaje en eventos folklóricos.

Martínez explica que esto es preocupante porque las aves juegan un rol ecológico importante en el ambiente. Por ejemplo, en los bosques tropicales las pavas de monte consumen frutos silvestres de diversos árboles, es así que cuando defecan, las semillas se esparcen y permiten el crecimiento de una nueva planta.

Otros ejemplares, como las lechuzas y los búhos, se encargan de eliminar animales perjudicales como los ratones; mientras que los buitres se encargan de “limpiar” los cadáveres. Otras aves consumen insectos y así controlan la población de mosquitos que en algunas ocasiones llegan a ser un riesgo para la cosecha agrícola. “Existen otras especies consideradas dañinas para la cosecha, pero la mayoría cumple un rol crucial en el medio ambiente”.

Los datos del alcance de las edades del grupo de estas siete aves en peligro de extinción solamente se conocen a partir de aquellos que han estado en cautiverio, como en zoológicos. En el caso de las dos parabas azul y de frente roja, llegan a vivir 50 años; en el de la pava copete de piedra y el mamaco, se tiene registros de que viven hasta los 30 años, aunque en cautiverio.

Aguilar complementa que en el zoológico de Santa Cruz se realiza desde el pasado año un proceso de rehabilitación de las dos parabas, que consiste en su reproducción y se tiene proyectado ampliar el plan para aves como el mamaco y la pava copete de piedra. Es así que por el momento, las otras aves de esta “lista roja” parecen tener los días contados.

Vive en en los llanos benianos de Moxos

Paraba azul (Ara galucogularis dabben)

La destrucción de su hábitat, la cacería indiscriminada y su comercialización como mascotas son las amenazas constantes que ponen en riesgo la supervivencia de esta especie, también conocida como paraba cachete azul. El ave, que mide 85 centímetros y pesa cerca de 700 gramos, se caracteriza por su pluma de color turquesa con una combinación de tono amarillo naranja en la parte de la garganta. Habita en las pampas del departamento del Beni, principalmente en las palmeras, donde realiza huecos y pone por lo general tres huevos, pero sólo un pichón llega a desarrollarse . Se alimenta de las frutas de motacú y su reproducción se da entre septiembre y mayo.

Su hábitat está en los arbustos de Apolo y del Parque Nacional Madidi

Palkachupa (Phibalura flavirostris boliviana)

Es un ave que vive y anida en arbustos del municipio de Apolo, en el norte de La Paz, y en el Parque Nacional Madidi. Según investigaciones realizadas sobre esta especie, su hábitat es amenazado por una constante deforestación del bosque para uso de la ganadería; la acción pone en riesgo la reproducción de su especie, ya que sólo se garantiza el 20 por ciento del éxito del empollamiento, cuando lo normal de un ejemplar tropical es de un 50 a 60 por ciento. De acuerdo con las averiguaciones de la bióloga Verónica del Rosario Ávalos, se detectó nidos de esta ave en rocas, lo que le hace suponer que fue por falta de árboles. La especie mide 22 centímetros, tiene la cola larga y bifurcada, y es una especie considerada monógama; su alimentación consiste en frutas e insectos (principalmente los Hymenoptera y coleoptera, según Ávalos). En 2008, la palkachupa fue registrada en un grupo de 200 individuos.

Tiene población en Cochabamba, Santa Cruz, Chuquisaca y Potosí

Paraba frente roja (Ara rubrogenys lafresnay)

Vive en los bosques secos interandinos y es conocida también como q'aqa loro y loro burro; tiene como su principal amenaza al tráfico ilegal de animales para ser vendidos como mascotas. Según investigaciones realizadas entre 1980 y 1990, entre 800 y 1.000 ejemplares de parabas fueron traficadas al exterior. Aunque en la actualidad no se ha detectado el comercio masivo, se reporta todavía su venta ilegal al Brasil y Perú. Aparte, entre 1980 y 1995, se registró una población de aproximadamente 20.000 ejemplares en el área que comprende el sur de Cochabamba, el suroeste de Santa Cruz, el norte de Chuquisaca y el noreste de Potosí. Actualmente se calcula que existe cerca de 200 individuos en 14 comunidades de las zonas citadas y los comunarios coinciden en que hay una reducción considerable de estas aves con relación a hace 20 años. Esta paraba se mueve en los riscos poco accesibles y para anidar busca huecos y grietas de paredes rocosas; se alimenta en temporada húmeda de frutos y en la época seca, de maní y maíz.

Su población en Beni llega a 130 individuos

Mamaco (Crac globulosa spix)

El aislamiento geográfico, la baja capacidad de dispersión y la cacería son las constantes amenazas a esta ave. Hugo Araníbar, biólogo de la Fundación Armonía, es un especialista en este ejemplar y asegura que sólo se ha registrado su presencia en un área de 20 kilómetros cuadrados. Actualmente, el mamaco reside en el sudoeste de la Amazonia del departamento de Beni, a menos de 200 metros del bosque de Varzea. Su población estimada es menor a 130 individuos.

Este espécimen mide 90 centímetros y pesa 2.500 gramos. El macho, a diferencia de la hembra, presenta una cera roja brillante con un lóbulo superior redondeado y dos inferiores; pero tanto la hembra como el macho tienen una cresta enrulada hacia adelante y las partes dorsales del pecho y la cola de color negro. En época húmeda se alimentan de pequeños vertebrados e invertebrados, y en estación seca, de frutos y semillas. Se conoce que en 2004, la población de San Marcos, perteneciente a la Tierra Comunitaria de Origen Tacana, generó normas de protección de hábitat de la especie mediante sus usos y costumbres.

Reside en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz

Pava copete de piedra (Pauxi unicornis)

Las principales causas para la extinción de esta especie son la caza, la deforestación, el chaqueo y la explotación ilícita de madera, principalmente en el Parque Nacional Amboró y el Parque Nacional Territorio Indígena Isiboro Sécure, lugares donde se ha registrado a esta pava, además del Parque Nacional Carrasco y la región yungueña de La Paz. Esta ave, que se alimenta principalmente de frutas, tiene su plumaje de color negro con puntas blancas en la cola, patas y pico rojizos, y su principal rasgo es el cuerno cilíndrico, largo y de color azul.

El ave mide entre 85 y 95 centímetros. Cuando su hábitat es perturbado, se refugia en las ramas inferiores de un árbol. La época de reproducción de este espécimen es entre los meses de agosto y diciembre, durante el primer mes se la observa en compañía de su pareja. De acuerdo con un registro levantado en octubre de 1989, en las orillas de un río del Parque Nacional Amboró se encontró un nido de la pava copete de piedra con un único huevo y se presumió que la anidación era de 32 días.

Posee 13 subpoblaciones entre las cordilleras de Apolobamba y La paz

Remolinera real (Cinclodes aricomae)

Los principales motivos de la extinción de esta especie son la tala y la quema de árboles que provocan la desaparición de la capa de musgo, troncos y ramas que son imprescindibles para ella. La remolinera real mide 21 centímetros y pesa 50 gramos. Tiene el pelaje de color oscuro con el cuello blanquecino y el vientre de tono café. Esta ave fue observada en el Parque Nacional Madidi, en 2000; ese mismo año se notó su presencia en el Parque Nacional de Cotapata y también en los páramos de los Yungas de La Paz. Los datos recabados indican que al menos existen 13 subpoblaciones entre las cordilleras de Apolobamba y La Paz, en una superficie de 14 hectáreas, donde se ha establecido la presencia de grupos de entre 50 y 70 aves. La remolinera se reproduce en época húmeda. En Apolobamba se encontró un individuo con material de nido en noviembre, y juveniles en febrero y marzo.

Está amenazada por el avance acelerado de la mancha urbana

Tilluche o tororoi enmascarado (Hylopezus auricularis)

Las amenazas a la vida del tilluche son la degradación, fragmentación y destrucción de su hábitat, problemas originados por actividades humanas como la expansión del área urbana y suburbana en la ciudad de Riberalta, en Beni, donde se halla el ave; además de la implementación de las áreas de cultivo y de pastura, la apertura de caminos vecinales y la extracción de recursos como las hojas de motacú. Según el coordinador del Programa Áreas Importantes para la Conservación de las Aves en Bolivia de la Asociación Armonía, Oswaldo Maillard, el avance de la población hacia los nidos de esta ave es consecuencia de la migración de personas que se dedican a la cosecha de castaña. Este espécimen mide 14 centímetros; los adultos presentan la corona y nuca de color gris, el resto de su cuerpo y cola tiene tonos café olivo. Maillard advierte la necesidad de desarrollar una planificación adecuada del avance de la mancha urbana para que el tilluche no desaparezca a corto plazo.

sábado, 7 de agosto de 2010

Posesionan a nueva viceministra de Medio Ambiente y Cambios Climáticos

La nueva Viceministra de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambios Climáticos y de Gestión y Desarrollo Forestal, Silvia Maturana, fue posesionada, ante la repentina renuncia del ex titular de cartera, Pablo Ramos, cuando se esperaba la licencia ambiental para proceder a la construcción de la carretera por el Parque Nacional Isiboro Secure, en los departamentos de Beni y Cochabamba.

La obra es impulsada por el Gobierno, pero ha despertado las críticas por sectores medio ambientalistas. En Oruro el trabajo de la ministra será la aplicación del Decreto Supremo 0335 de emergencia ambiental en la sub cuenca Huanuni, contaminada por la actividad minera de la Empresa Minera Huanuni (EMH).

El martes 3 de agosto, la Ministra de Medio Ambiente y Agua, María Esther Udaeta, posesionó a Maturana, en un sencillo pero significativo acto que tuvo lugar en el Salón de Eventos de esta cartera ministerial.

Para Udaeta, “Maturana ha trabajado en temas de medio ambiente y con seguridad que ella aplicará toda su experiencia y capacidad en el sector, que tiene muchos desafíos y es compleja. Este viceministerio tuvo un proceso de institucionalización que la nueva titular dará continuidad”, dijo la ministra en sus palabras de circunstancia.

Por su parte la nueva titular de medio ambiente, aseveró: “es una enorme responsabilidad que me comprometo a cumplir de manera transparente y participativa en el fortalecimiento de la institucionalidad, además de impulsar el liderazgo ambiental a nivel mundial del presidente Evo Morales en los Derechos de la Madre Tierra”.

Maturana es bióloga con un diplomado en aéreas protegidas. Tiene experiencia profesional en el tema de los pueblos indígenas. En el Viceministerio de Medio Ambiente, trabajó en el área de protección de ecosistemas andinos.