El vicepresidente Álvaro García Linera instó ayer a los Ponchos Rojos a estar listos para pelear en defensa de la construcción de las represas del proyecto El Bala. Desde el Gabinete del Agua, el Gobierno aseveró que la hidroeléctrica es el elemento que garantizará agua para futuras sequías.
El 7 de julio, la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) y la italiana Geodata firmaron un contrato para la elaboración del estudio a diseño final del Proyecto Hidroeléctrico El Bala que demandará una inversión de 11,8 millones de dólares. El Gobierno indicó que el daño ambiental llegará sólo a un 1,9% y que no causará grandes impactos, como aseguran activistas y autoridades que se oponen a la obra.
"Mis hermanos Ponchos Rojos de Omasuyos, capaz también va a ser necesario marchar para defender los proyectos que La Paz necesita. Debe informarse a los cantones, a las centrales y subcentrales que hay gente de la derecha que se opone a las represas, para que estén movilizados para defender el desarrollo del departamento”, convocó ayer García Linera en una entrega de obras en la localidad de Achacachi.
La autoridad manifestó que de la construcción de las represas de El Bala y de carreteras similares a la del TIPNIS depende el progreso del norte paceño y de los bolivianos. Como en varias ocasiones reiteró que la oposición al proyecto viene de exfuncionarios de Usaid y políticos que aún viven de recursos provenientes dicho organismo no gubernamental u otros que tienen cede en Europa.
"Por la lucha de los Ponchos Rojos tenemos gas y ahora también habrá que pelear por las represas y carreteras para La Paz. Ponchos Rojos, voy a estar atento a su convocatoria”, aseveró.
Por su parte, la cabeza del Gabinete del Agua, Juan Ramón Quintana, manifestó que la hidroeléctrica es la garantía para el abastecimiento en épocas de sequía. "Sin hidroeléctrica no hay agua y viceversa”, declaró la autoridad en entrevista con el canal estatal.
Manifestó que las represas de El Bala y Chepete evitarán que grandes caudales sigan su curso y se depositen en cuencas externas a Bolivia sin que sean aprovechados en nuestro territorio. "Son caudales que deben ser aprovechados para energía, porque no va a haber agua si no hay energía eléctrica”, aseveró.
Como ejemplo citó la obra de traspaso de agua de Pongo a la laguna de Estrellani para alimentar la represa de Incachaca en La Paz. Al estar a 900 metros más abajo son necesarios tres megavatios (consumo equivalente a 2.000 microhondas) para bombear el afluente. "Si no tienes electricidad, no podrás tener el agua”, aseguró.
Este mismo principio se aplicaría en las represas que se preven construir en el norte paceño, donde existen grandes afluentes de agua dulce que son necesarios en las partes altas del país. Para la autoridad, la combinación de ambos elementos es la única que garantizará que el país pueda vivir tranquilo los próximos 30 a 40 años, ante la agudización del cambio climático.
"Es agua que podemos aprovechar para consumo humano, actividades industriales y habilitar miles y miles de riego para abastecer nuestro mercado de alimentos. No sólo con El Bala-Chepete, sino en el proyecto Rositas, Misicuni o de otras represas en todo el país. Esta es la otra dimensión de la inversión”, sostuvo Quintana.
García: " Madre Tierra es también para modificar”
"La Madre Tierra es también para modificar, pero no para destruirla” señaló el segundo mandatario del Estado, Álvaro García Linera, en un discurso en la localidad de Achacachi. Manifestó que estos cambios son para beneficio de la población.
"Acaso nuestros antepasados no han hecho los camellones y las terrazas. Ellos han modificado la Madre Tierra pero para generar más productos. La Madre Tierra es también para modificar, no para destruirla, pero si para cambiar y generar producción en favor de la propia gente y eso es lo que vamos a hacer”, aseveró.
Manifestó que muchas de las objeciones para los grandes proyectos como las represas de El Bala y Chepete o la carretera por el TIPNIS se debe a la deforestación que conlleva. Argumentó que este no es un problema, ya que en Bolivia tenemos 59.000 millones de árboles, "no faltan”.
"No nos pueden decir que estamos destruyendo la naturaleza. Nos quieren obligar a nosotros a que no construyamos represas y nos dicen que no podemos hacer carreteras porque hay un arbolito ahí. Con esa carretera o represa vamos a tener más árboles, a veces hay que deshacernos de uno para hacer florecer otros 1.000”, sostuvo.
En agosto de 2009 el presidente de la asamblea de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Miguel D’Escoto, declaró a Evo Morales "Héroe Mundial de la Madre Tierra” por su continua defensa del planeta. Refirió que el Primer Mandatario fue quien impulsó ante el organismo internacional la declaratoria del día mundial de la Madre Tierra.
En el acto Morales proclamó la defensa de la Pachamama y sostuvo que lo más importante debe ser el mundo ya que los seres humanos se han convertido en seres depredadores.
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