Enclavada a 13 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz, ingresando por el puente del Urubó, camino hacia al municipio de Porongo, se encuentra la “Laguna Capiguara”, que tiene el nombre de un animal silvestre. El famoso espejo de agua donde los cruceños suelen refrescarse y realizar actividades recreativas los fines de semana está en riesgo de desaparecer, pues sus aguas han disminuido considerablemente en los últimos años. De consolidarse la expansión urbanística en la zona, el único espejo de agua tendería a desaparecer y con ella toda su riquezas de fauna y flora, explicó el biólogo e investigador, José Luis Bustillos.
Bombean agua para salvar lo poco que queda de la laguna. El Centro Ecoturístico Recreacional “Laguna Capiguara”, es un lugar natural con 7 mil metros cuadrados (varía de acuerdo a épocas de lluvia y sequía). En su alrededor tiene arena y palmeras parecido a una playa, además de pequeñas cabañas (no todas son habitables), donde cientos de personas llegan los fines de semana a refrescarse y a realizar actividades recreacionales. Es una propiedad privada que le pertenece al doctor Jorge Pérez Soliz, quien afirma que actualmente cuentan con cuatro bombas de agua para alimentar el caudal de la laguna "si no fuera por eso ya se hubiera secado", dice. “Lo que hay ahora es un 'curichicito', porque la laguna no tiene más de 7 mil metros”, comenta Pérez.
Propietarios anuncian inversión. Aunque le preocupa los asentamientos de las urbanizaciones, Pérez asegura que no venderán ni un metro del predio de la laguna. “Tenemos proyectado construir tres piscinas grandes y ambientes administrativos. La laguna como paisaje va a continuar, pero para bañarse ya no está en condiciones. Yo calculo que este año vamos hacer una inversión de $us 300 mil”, sostiene Pérez. El director de Medio Ambiente de Porongo, Carlos Ayala, sugiere realizar una investigación sobre el estado de la laguna antes de ejecutar cualquier tipo de actividad, toda vez que existen riesgos de un impacto ambiental en la zona. Según el Plan de Uso de Suelo (PLUS) del municipio, la Laguna Capiguara está catalogada como un Centro Eco- Turístico Recreacional.
La zona tiene sus orígenes en la Reforma Agraria. Desde 1952 ha trascendido por diferentes propietarios. Uno de los primeros fue Ambrosio Villarroel, una persona muy conocida y emblemática del departamento de Santa Cruz, quien la obtuvo mediante expropiación de acuerdo a la Reforma Agraria. Desde ese tiempo la “Laguna Capiguara” era conocida y concurrida, ya que se trata de una laguna natural, que de acuerdo a investigaciones es una de las pocas que no se ha secado de forma completa ya que es alimentada por aguas subterráneas del río Moreno que desemboca en el Piraí.
Hay riesgo de perder la biodiversidad. El biólogo Bustillos señala que la expansión urbanística en la zona pone el pone en peligro la riqueza de la flora y la fauna silvestre, no solamente de la laguna Capiguara, sino de todas las áreas verdes correspondientes al municipio de Porongo. Bustillos explica que la capiguara es un animal silvestre que no tiene cola, con cuello corto y cabeza prolongada; sus orejas son pequeñas y sin pelos.
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