La reducción del hielo por fusión y el aumento del agua en el mar Ártico incrementan los niveles perjudiciales de ozono y mercurio en la troposfera, según un estudio publicado hoy (ayer) en la revista británica Nature.
Un equipo de científicos norteamericanos, liderado por Christopher Moore, del departamento de Ciencias Ambientales del Instituto de Investigación sobre el Desierto (DRI) de Nevada (EE.UU.), analizó los niveles ambientales de mercurio y ozono en la costa de Barrow, Alaska, a través de dos mediciones distintas, en 2009 y 2012.
Los resultados obtenidos mostraron, según los científicos, que la reducción de la gruesa capa de hielo que antes cubría el Ártico de forma permanente, en favor de una capa más fina que se funde en verano y primavera, provoca un incremento de la extensión de mar abierto, en cuya superficie se inicia un proceso de convección.
Los flujos de aire caliente generados en la superficie del mar se elevan hasta la troposfera -la primera capa de la atmósfera más cercana a la tierra- y provocan un incremento del ozono y el mercurio en ese nivel.
El ozono de esa franja de la atmósfera se genera por las emisiones contaminantes del ser humano, es perjudicial para la salud y es visible a veces en los meses de verano, en los que aparece en forma de una neblina grisácea mezclada con humo y partículas en suspensión, propia de las ciudades industriales.
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