miércoles, 24 de junio de 2009

Bolivia puede aún convertirse en el “corazón verde” de Sudamérica

Aún quedan esperanzas. No obstante la crisis estructural que enfrenta el país en términos económicos por la pérdida de mercados, la baja de los precios de las materias primas y la disminución de las remesas del exterior, Bolivia puede todavía convertirse en el “corazón verde” de Sudamérica y retomar el protagonismo energético entre las naciones de América del Sur.

Las expresiones corresponden al ex presidente de la República, Jorge Quiroga Ramírez durante una exposición realizada en la Universidad Privada Boliviana (UPB), en el marco de un ciclo de conferencias que lleva a cabo esta institución académica sobre la economía y la realidad nacional dirigido a sus estudiantes y docentes. Anteriormente, disertó, en el mismo escenario, el Ministro de Economía, Luís Arce Catacora.

“Todavía hay un resquicio para que Bolivia retomé el rol fundamental en Sudamérica si es que el país retoma la posición de ser el corazón gasífero, si desarrollamos el potencial del litio, podemos ser el corazón verde de la región en el sentido de que el gas es mucho más limpio que otros combustibles para conservar el medio ambiente”, explicó Quiroga ante más de un centenar de estudiantes y docentes de la UPB.

En su criterio, en los próximos meses, “se va a sentir la falta de inversión, la falta de flujos de crédito, la contracción económica y las dificultades económicas que el país está enfrentando”.

Dijo que los bolivianos “podemos todavía abrirnos a los mercados de Europa, recuperar los de Estados Unidos y retomar la senda de atraer inversión y abrir mercados”.

“Hemos tenido una bonanza económica que ha disimulado muchos errores estructurales en lo económico, en la posición gasífera, en la seguridad jurídica, en la separación de instituciones”, dijo el político al realizar una mirada a la situación económica del país.

Quiroga considera que la economía boliviana enfrenta y enfrentó varios fenómenos: “primero una bonanza muy grande en los últimos cinco años (2003-2008) con precios altos de materias primas, con remesas gigantescas del exterior y con condonaciones de deuda externa de casi 3.000 millones de dólares”.

Empero, sostuvo que “esa bonanza no fue aprovechada y terminó este 2009. Las señales son la baja de precios de materias primas, las exportaciones serán reducidas en 30 y 40%, las remesas bajarán y no existe inversión externa por falta de seguridad jurídica”.

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