lunes, 15 de junio de 2009

Baños ecológicos ayudan a limpiar el ambiente

Los baños ecológicos son parte del plan integral para preservar la cuenca del río San Isidro en el municipio Comarapa y actualmente no hay comunidad que no tenga este sistema en funcionamiento. El Cadillar fue la que más rápido se unió al plan y las 16 familias que allí residen ya poseen un baño seco, logro que fue aplaudido por autoridades que estuvieron en la zona el 5 de junio, en el Día del Medio Ambiente.
El baño ecológico no utiliza agua e incluye un tratamiento de los desechos humanos, de forma que éstos se convierten en fertilizantes de primera calidad. Las heces fecales compostadas se transforman en abono orgánico y la orina sirve como agente de control biológico en cultivos para evitar las enfermedades en las plantas. De acuerdo con el plan que se maneja en San Isidro y zonas aledañas, la cooperación italiana que canaliza la Asociación Ecológica del Oriente (ASEO), con la contraparte de los gobiernos municipal y departamental, subvenciona un 60% del costo de instalación del baño. A cada familia le toca aportar alrededor de Bs 2.000.
Pese a la subvención, hay quienes no se animan a entrar en el programa. Según Agustín Arimoza, dirigente de la OTB de Chañara, no todos disponen de ese dinero ni de tiempo para construir el baño. Algunas familias, menos convencidas, no ven problema en seguir haciendo sus necesidades a cielo abierto. Pero la ventaja de manejar mejor los excrementos comienza a entenderse. “Aquí, los animales andan libres, los chanchos comen lo que encuentran y, cada que llueve, escurre todo al río. El daño es evidente”, expresó Carlos Limón, de Anamal.
Además de los baños ecológicos, el plan de manejo integral incluye capacitar a los agricultores en técnicas de cultivos biointensivos (que no erosionan la tierra), enseñar a los comunitarios a producir el abono orgánico en ‘camas’ de compostaje, aunque para muchos es un método que no provee abono suficiente. También reciben plantas para reforestar la cuenca con especies nativas y saben que se debe denunciar a quien pretenda talar árboles o chaquear. “Cuesta un poco, pero los resultados son alentadores y ya hay otras zonas en el país que piden apoyo de este tipo”, dijo Carlos Manchego, presidente de ASEO.

Se trabaja en riego, luz y represa
Unas 20 comunidades de los valles cruceños deben ser interconectadas este mes al sistema de luz eléctrica, informó el asesor general de la Prefectura cruceña, Guillermo Ribera, que la semana pasada visitó San Isidro y zonas aledañas donde hay obras en curso.
Otra de las áreas de apoyo está orientada a sistemas de riego de Pulquina. Ribera dijo que para el uso excesivo de plaguicidas se está trabajando con técnicos del Centro de Investigaciones de Agricultura Tropical (CIAT). Uno de los encargados del manejo de cultivos y control de plaguicidas del CIAT, Paulo Franco, indicó que el laboratorio asentado en Comarapa atiende cerca de 1.000 consultas al año y que todas son dudas sobre plagas y cómo controlarlas. No obstante, los productores dicen no sentir ese esfuerzo y sólo esperan que todos esos anuncios de las autoridades se hagan realidad. “Necesitamos más políticas de ayuda al pequeño agricultor. Trabajamos a la suerte, si los precios nos acompañan vamos bien, si no, seguimos como estamos. Aquí el gobierno nacional, departamental y municipal llegan con ayuda mínima”, enfatizó Emilio Ferrel, dirigente de la OTB San José de la Capilla.
El alcalde de Comarapa, Noel Rojas, admitió que mitigar el daño medioambiental en la zona es una prioridad y dijo que, pese a los pocos recursos de los que dispone su administración, se está tratando de avanzar. El subalcalde, Víctor Zurita, afirmó que no existe un área dirigida a la agricultura porque las comunidades no la habían pedido antes.
Los dirigentes de la cuenca del río San Isidro indicaron que hay un proyecto con la Prefectura para construir una represa, para el que están buscando respaldo financiero.

Reacciones

Macedonio Jiménez
San José de la Capilla
“Vivo aquí desde hace 36 años, cuando había muchos árboles de soto, lanza lanza y cacha cacha, además había frutales. Ahora no hay nada y los animales ya no tienen qué comer. Con tanto uso de químicos, hasta las plantas se han perjudicado, dan unos cinco años y luego se secan. La sequía se siente y, cuando llega, cavamos pozos y sale algo, pero es agua salada y nadie puede tomarla. Hay unas 10 familias que ya se han ido de aquí por la sequía”.

Hilaria Almendra
La tranca
“Trabajamos la tierra el año redondo para sacar tomate, maíz, papa, vainita, arveja y pepino. La cosecha es regular, porque los que nos compran el producto pagan muy bajo. Vivimos al tanteo, sembramos caro y a veces sólo nos da para el flete. Hace cinco años, por la caja de tomate, nos pagaban Bs 150, ahora no pasa de Bs 35. Antes llovía mucho, ahora hay sequía. No he hecho mi baño seco aquí porque voy a hacerlo en Pulquina.”

Fortunato Pereira T.
Coop. Servicios Públicos
“La red de tuberías ya cumplió su vida útil. Hay muchas solicitudes para ampliar el servicio, pero no podemos atenderlas todavía. Son barrios nuevos que se han formado por gente que era inquilina y ahora tiene su propia casita. Tenemos 700 socios en este momento y se les da agua sólo filtrada del río. Tenemos un proyecto para dar agua potable. No queremos que se repita la escasez de 2005 y queremos proteger los bosques”.

Noé Morón Carrasco
Asohofrut
“Hay épocas en que las plagas atacan fuerte, sobre todo la polilla del tomate. En la papa, se hacen tres aplicaciones de plaguicidas. Nadie controla, pero no creo que haya un uso excesivo de químicos porque ya estamos acostumbrados y no hay que alarmar a la gente. Desgraciadamente, el 80% de los productores trabaja a pérdida porque esto es una lotería. La capacitación tiene que ser a través de proyectos más largos”.

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