lunes, 31 de diciembre de 2018

El continente se une para salvar al jaguar y ahuyentar a sus enemigos hasta el 2030


El gran felino de América ahora tiene quién lo cuide. O por lo menos esa es la intención. La vida de los jaguares que habitan a lo largo y ancho del corredor selvático, donde habita bajo peligro de muerte, desde el norte de México hasta el sur de Argentina, se ha convertido en un asunto de Estado. Treinta países, entre ellos Bolivia, han tomado la decisión de aplicar políticas conjuntas de protección para evitar que se extinga y para combatir a los traficantes que los tumban a balazos para sacarles sus colmillos, su piel y hasta sus testículos, que son cotizados a precios de oro en mercados de China y de otros países de Asia.

El objetivo que se han puesto las naciones es que hasta el 2030 ejecutarán estrategias para salvar a los jaguares de los cazadores que los matan, por lo general, para arrancarles sus colmillos que venden a precios de oro en el mercado asiático. Por eso el nombre que le han puesto a esta cruzada se llama: Plan Jaguar 2030. Entre los objetivos del plan, según el documento que se está discutiendo entre los países, es priorizar la conservación de esta especie y frenar la disminución de la población de este felino, cuyo nombre también es conocido como Panthera onca, que ha sufrido en los últimos años.

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) aseguró en un comunicado que “esta iniciativa cuenta con un enfoque regional y abrirá un nuevo camino para fortalecer la cooperación internacional y la concienciación sobre las iniciativas de protección del jaguar”. El plan se sostiene sobre una estructura de varios pilares para conseguir la conservación del jaguar: la coordinación integral entre países miembros para la implementación de las estrategias a nivel nacional y el mejoramiento de las contribuciones a los proyectos transfronterizos. También dicho plan apunta a la ampliación de modelos de desarrollo sustentables que integran la conservación en los corredores del jaguar y a la mejora de la sostenibilidad financiera de sistemas y acciones dirigidas a su conservación y la de sus ecosistemas. La realidad del felino hizo encender la alerta internacional.

El jaguar, según reportes internacionales, habitaba en 18 países de América Latina, desde México hasta Argentina, sin embargo, existe la preocupación de que el 50% del rango de ocupación original de la especie se haya perdido y sus poblaciones están disminuyendo debido a la caza ilegal y a la pérdida y fragmentación de su hábitat. Rodrigo Herrera, asesor legal de la Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas, del Viceministerio de Medio Ambiente, recordó que la estrategia para armar el plan para la conservación del jaguar surgió el año pasado en Nueva York, a iniciativa de las Naciones Unidas (ONU) y su brazo Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

“Este proyecto fue remitido a Bolivia en septiembre de este año. Estamos terminando de revisarlo, al igual que otros paí- ses lo están haciendo. Ya hemos manifestado el interés de formar parte de esta lucha y hemos hecho alguna observaciones para enriquecerlo”, dijo Herrera, que detalló que Bolivia profundizará en hacer partícipes del Plan jaguar 2030 a los pueblos indígenas, que son los guardianes naturales del felino y que deben ser contemplados como los actores fundamentales en esta cruzada internacional.

Además del Plan jaguar 2030, la viceministra de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambios Climáticos y de Gestión y Desarrollo Forestal, Cintia Silva, y la directora de Biodiversidad y Áreas Protegidas, Teresa Pérez, anunciaron que el Año del Jaguar, que ya fue aprobado por el Gobierno para el 2019, consistirá en una gran campa- ña para luchar contra la matanza y el tráfico del gran felino de América y para crear conciencia en todo el país y más allá de las fronteras.

Y el próximo año, justamente dicho viceministerio pretende realizar en Santa Cruz un evento regional para reunir a autoridades de gobiernos, científicos, policía forestal, FFAA, Interpol, guardaparques y activistas medioambientales. Con todos ellos, dijo Rodrigo Herrera, se consolidará el acuerdo para que los jaguares dejen de estar vulnerables y contrarrestar con fuerza a quienes los cazan para arrancarles los colmillos y traficar con ellos en el mercado asiático.

María Yandery Kempff Ibarra, directora de Recursos Naturales de la Gobernación de Santa Cruz, cree que un acuerdo de políticas y acciones conjuntas entre países puede ser muy beneficioso, considerando que el jaguar atraviesa por un gran problema transfronterizo. “Se trata de un felino que vive en una región gigante del continente americano, Centroamérica. En varios países ya está extinto. Esto obliga a proteger sitios para que el jaguar se mueva en corredores libres de peligro”, enfatizó. En noviembre, después de nueve meses y de 13 audiencias postergadas, en la sala 7 del Palacio de Justicia, Li Ming y Yin Lan eran declarados culpables a cuatro y tres años de prisión, -y no a la pena máxima de seis como el Estado boliviano había solicitado- por el delito de destrucción o deterioro de bienes del Estado y la riqueza nacional.

En un restaurante de pollos de una avenida céntrica de Santa Cruz, Li Ming y Yin Lan fueron encontrados con 185 colmillos de jaguar, tres pieles de diferentes felinos, un chaleco de jaguar y un saco de leopardo africano, estatuillas presumiblemente esculpidas en marfil, dos cascabeles de serpiente, dos cuernos de ciervos de pantano y dos garras de pejichi y de jaguar.

Rodrigo Herrera confirmó que tanto Yi Ming como Yin Lan, pese a que ya tienen sentencia, se encuentran en libertad hasta que termine la etapa de apelaciones y ambos han presentado un recurso aduciendo que el tipo penal por el que han sido sancionados, de destrucción del patrimonio y riqueza del Estado, no concuerda con el hecho, puesto que consideran, a través de su defensa, que un jaguar no forma parte del patrimonio nacional. Herrera estima que esa apelación no va a prosperar y que ambos sentenciados pagarán su culpa con cárcel por más que uno de ellos haya recibido solo tres años de prisión.

“El artículo 44 de la Ley 300 establece que en delitos relacionados con la Madre Tierra no habrá lugar al beneficio de la suspensión condicional de la pena, que el reincidente será sancionado con la agravación de un tercio de la pena más grave y que los delitos relacionados con el medioambiente son imprescriptibles”, detalló la autoridad.

El Viceministerio de Medio Ambiente, para mejorar la administración de justicia en temas relacionados con la flora y fauna, anunció que está trabajando una propuesta para que el país cuente con un código penal ambiental. Para el activista medioambiental Heinz Arno Drawert, el Plan Jaguar 2030 es una iniciativa regional muy ambiciosa que aprovechando el carácter de especie paraguas del jaguar pretende conservar grandes extensiones de territorios y su biodiversidad mediante un corredor ecológico que atraviesa toda Latinoamérica, desde México hasta Argentina.

“Si bien el jaguar es la especie focal, el valor real del plan jaguar 2030 radica en la consolidación de Áreas Protegidas interconectadas que permitirán el flujo de especies de la biodiversidad y el intercambio genético entre poblaciones de la misma especie para garantizar la viabilidad a nivel de población, comunidad y ecosistema y es en este sentido que sea probablemente la iniciativa actual de conservación más importante del continente”, explicó.

Arno Drawert sabe que se trata de un desafío enorme ya que requiere del trabajo coordinado a gran escala, pero a detalle entre muchos actores públicos y privados con intereses y visiones de futuro muy diversos (e incluso contrarios en algunos casos). Por eso, cree que la resolución de conflictos será probablemente el elemento que mayores esfuerzos y recursos consumirá en su ejecución. Uno de los mayores potenciales, sostiene, es la integración de importantes áreas protegidas ya consolidadas y de alto valor de conservación y elevada riqueza de biodiversidad dentro del corredor regional que se pretende establecer. Sin embargo, también es consciente de que existen muchas áreas protegidas que no tienen garantizadas las condiciones para una efectiva gestión debido a la insuficiente asignación de recursos, fuertes y poderosas presiones socioeconómicas y la falta de interés de los actores políticos en algunos países.

Heinz Arno Drawert también agregó que, aparte de la conservación de territorios a escala regional y en 30 paisajes distintos, el plan contempla acciones ya más específicas sobre amenazas muy puntuales sobre los jaguares, como son los conflictos con ganaderos, cacería para trofeos y el tráfico de partes, pero, francamente, enfatizó, cree que esfuerzos en esas direcciones no tienen sentido si los jaguares no tienen los hábitats adecuados en términos de espacio y calidad ambiental.

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