martes, 25 de diciembre de 2018

Clíver Rocha retoma el timón de la ABT ante el recelo de empresarios


A poco de cerrarse 2018, se mueve el tablero en el sector productivo y es el Gobierno quien hace –tal vez– la última jugada del año al restablecer en la silla de la Dirección de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierras (ABT) a Clíver Rocha, un viejo conocido del sector que vuelve tras cuatro años distanciado de la producción forestal. El ejecutivo vuelve para llenar el vacío de Rolf Köhler Perrogón, quien atribuyó su salida a problemas de salud.

En un contacto con EL DEBER, Rocha ‘desempolvó’ viejos capítulos de su anterior dirección. Señaló que el contexto de hoy es distinto y que su administración estará apoyada en los parámetros de la economía productiva de los bosques, dinamización de derechos, sostenibilidad, desburocratización, manejo integral y transparencia institucional. Aseguró que todos los actores sectoriales serán parte de la estrategia y que las acciones estarán dirigidas a mantener sintonía para que a todos les vaya bien.

“Mi gestión se caracterizó, en una primera parte, por tener una fuerte rigidez sobre los procesos de control y fiscalización que ha tenido distintas miradas y donde se quiso acusar del colapso de la economía forestal, cuando lo que sucedió fue que se representó a una institución del Estado cuyo rol es la fiscalización. Ahora tiene que haber una entidad que desarrolle al sector agroforestal; esa será la característica de esta gestión”, manifestó Rocha.

La noticia toma por sorpresa al sector productivo. Desde la Cámara Forestal de Bolivia (CFB), el presidente, Diego Justiniano, refirió que los empresarios madereros esperan que el cambio no sea traumático ni negativo, sino que se empiecen a cambiar ciertos elementos para repuntar el despegue sectorial con la promoción de una dinámica productiva que resguarde la seguridad jurídica y defienda el Estado de derecho en el que el sector busca trabajar con la mirada puesta en el desarrollo sustentable y donde se generen procesos que agilicen la producción.

Por su parte, el expresidente de la CFB Pedro Colanzi recordó que, en su momento, Rocha trabajó en el tema de regulaciones para frenar el contrabando y la venta ilegal de madera, pero observó que en contrapartida las medidas también golpearon a un sector formal que buscaba desarrollarse y que fue un perjuicio para los empresarios.

Colanzi acotó que el trabajo en conjunto será transversal para acompañar los desafíos de una industria forestal que, tras tres años de números rojos, empieza a revertir su situación con la apertura de nuevos mercados.

Tareas pendientes

En cuanto a Rolf Köhler, quien anunció su salida ayer, señaló que la ABT tiene la función de otorgar los instrumentos de gestión para cumplir las metas del Plan de Desarrollo Económico Social de Bolivia con miras a 2020, detallando que se debe llegar a 4,7 millones de hectáreas (ha) cultivadas, de las que hay 3,3 millones; conseguir 13 millones de cabezas en el sector ganadero (hasta el momento hay 8 millones); repuntar el área de bosques comerciales de 34.000 a 750.000 ha y crecer de 10 a 54 millones de ha en bosques nativos, haciendo foco en la expansión de la frontera agrícola en Beni.

Los empresarios resaltaron la gestión del exdirectivo y su contribución para la desburocratización y excesiva regulación de la industria forestal, así como la acción de darle un sentido productivo en una gestión abierta y armoniosa donde también interviene el sector campesino.

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