En los últimos años, al menos 200 jaguares de la Amazonia boliviana fueron sacrificados por ciudadanos chinos para traficar los colmillos de estos felinos, hecho que se denunció desde 2015.
Al respecto, el senador de Unidad Demócrata (UD), Yerko Núñez, denunció la pasividad de las autoridades del Estado que, en tres años, no frenan el delito y por ello solicitó una petición de informe escrito al Ministerio de Medio Ambiente.
“Tenemos que saber qué es lo que está haciendo el Ministerio de Medio Ambiente y Agua para prevenir la cacería de los jaguares por parte de los ciudadanos chinos, las autoridades de Gobierno no están haciendo nada al respecto (…)”.
“Al parecer –añade-no sólo se están llevando de manera ilegal nuestro oro, sino que también están eliminando a los jaguares de la amazonia, pese a que están en peligro de extinción”, advirtió el legislador en conferencia de prensa.
El titular del Ministerio de Medio Ambiente deberá responder a siete preguntas, que están enmarcadas a las acciones que se realizó desde el 2010 para evitar la caza ilegal de los jaguares, emitir las estadísticas de los casos de tráfico y acerca de la cacería ilegal de jaguares amazónicos y que haga conocer dónde se encuentran los colmillos que fueron decomisados, puesto que hasta la fecha existen 800 piezas que fueron recuperadas de traficantes chinos.
INVESTIGACIÓN
Hace unos días, el matutino El Deber, de Santa Cruz, publicó un reportaje con relación al tráfico ilegal de colmillos del felino amazónico, donde se identificó que los ciudadanos chinos pagaban a los pobladores de la localidad de Sena, en Pando, alrededor de $us 215 por colmillo, mientras que en el mercado internacional se cotiza hasta en $us 3 mil.
En diciembre de 2017, la BBC Mundo hizo una investigación al respecto, la bióloga Angela Núñez, especialista en conservación y manejo de vida silvestre, denunció que los crecientes vínculos comerciales entre Bolivia y China están poniendo en peligro la vida de este animal.
Esto fue notado cuando Núñez trabajaba en la Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas (Dgbap) del Ministerio de Medio Ambiente, en el 2015, posterior a eso se retiró y ocupó su tiempo para realizar una investigación particular.
Hasta el momento, se tienen datos que se decomisaron 800 colmillos, que son equivalentes a la muerte de 200 ejemplares felinos. Este felino se encuentra en la lista roja de las especies en peligro de extinción, por lo que debe ser protegido por las autoridades del área del Gobierno central.
En el 2014 se hallaron al menos 300 piezas , en 16 envíos confiscados por el correo boliviano. En todos los casos, los paquetes tenían como destino China y 14 fueron enviados por ciudadanos chinos que trabajan en Bolivia.
Se estima que en Bolivia quedan entre 4.000 a 7.000 ejemplares de jaguar.
DETENIDOS
Otros datos al respecto indican que se instalaron juicios contra dos ciudadanos chinos, acusados de tráfico ilegal de partes de jaguar. Además de anuncios de radios locales de la Amazonia en los que se ofrece recompensa económica por los colmillos.
Sobre estos datos se solicitará un informe escrito al Fiscal General del Estado, Ramiro Guerrero.
El artículo 111 de la Ley Nº 1333, de Medio Ambiente, establece que “el que incite, promueva, capture y/o comercialice el producto de la cacería, tenencia, acopio, transporte de especies animales y vegetales, o de sus derivados sin autorización o que estén declaradas en veda o reserva, poniendo en riesgo de extinción a las mismas, sufrirá la pena de privación de libertad de hasta dos años perdiendo las especies, las que serán devueltas a su hábitat natural, si fuere aconsejable, más la multa equivalente al cien por ciento del valor de estas”.
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