La comunidad de Trinidacito organizó la marcha indígena de 1990 y ahora lucha por evitar la carretera en medio de la reserva. Esta lucha, según denuncian sus dirigentes, les ha valido el abandono del Estado.
Trinidacito, una de las 62 comunidades del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), rema contra la corriente. El pueblo sufre las consecuencias de oponerse a la carretera Villa Tunari - San Ignacio de Moxos y que amenaza pasar por medio de la reserva. En la zona no hay servicios básicos ni luz eléctrica, menos acceso a la salud. La resistencia es en soledad, aunque poco a poco la búsqueda de resultados cansa a la población, según informó Félix Cayuba, corregidor de esa población ubicada al norte del Tipnis.
La autoridad lamenta el abandono que sufre su pueblo por la oposición a la vía. Dice que no existe atención del Estado, a pesar de que personeros públicos llegan a la zona con promesas. Hoy, espera que el Sistema Único de Salud (SUS) se aplique, a pesar de que por muchos años la posta de salud, la única infraestructura construida con cemento, estaban abandonada y sin medicinas. Los niños no conocen a un médico y mucho menos pastillas o jarabes. “En Trinidacito todos son bienvenidos”.
Llegan funcionarios de varias instituciones públicas para abordar nuestras necesidades, pero eso solo se queda en promesas. Somos la comunidad que más lucha en defensa del territorio, pero tenemos muchas deficiencias por oponernos a la construcción de la carretera”, reclama Cayuba. La posta de salud la entregó Ernesto Suárez, en 2010, cuando era gobernador de Beni.
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