domingo, 26 de febrero de 2017

La sequía deja sin hábitat a la paraba frente roja

La dura sequía que afecta al cono sur de Cochabamba está dejando sin hábitat y alimento a la paraba frente roja (Ara rubrogenys), una especie endémica que sólo se encuentra en este lugar y en peligro de extinción, alertaron los investigadores del Centro de Biodiversidad y Genética de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS).

La docente de la carrera de Biología y del Centro de Biodiversidad, Jennifer Cahill, informó que en el cono sur sólo existen 1.500 individuos, considerados un ícono del aviturismo o avistaje de aves. Sin embargo, con la actual sequía corren el peligro de “extinguirse”. Con ello, “Cochabamba podría perder parte de su patrimonio natural”, dijo.

El riesgo se debe a que la singular ave que se alimenta de frutos que se producen en los bosques, principalmente de soto propios de los valles secos, ya no cuenta con alimento por la sequía y la deforestación. Cuando el ave no cuenta con alimento ataca las plantaciones de maíz, pero éstas también están secas. “Esta situación climática trae un efecto en cascada para todo el ecosistema”, lamentó Cahill.

Consultada, si el ave puede migrar a otras zonas a fin de encontrar un nuevo hábitat y alimento, Cahill indicó que la paraba frente roja no puede atravesar la cordillera que resguarda a Pasorapa, porque “no vuelan tan alto”. Como resultado, “están atrapadas por la cordillera”.

Al respecto, el biólogo y catedrático especializado en bioclimatología de la UMSS, Milton Fernández, explicó que Pasorapa está rodeada de cordilleras con montañas altas entre 2.200 y 3.100 metros y bajas desde los 1.400 a 1.900 metros. Esto impide que las parabas frente roja se desplacen a otros espacios. “Las frentes rojas no son como el cóndor, de lo contrario ya se hubieran ido”, enfatizó.

Ante el riesgo que corren las parabas, Cahill instó a la Alcaldía de Pasorapa a forestar los bosques nativos. De acuerdo a los estudios del Centro de Biotecnología, además de bosques de soto, la paraba frente roja también se alimenta de higuerilla, maíz, palo borracho, chañara, taq’o, quebrachas y tipa.

Cahill indicó que otra de las medidas es tener al ganado “estabulado”; es decir, criarlo dentro de un corral, no dejarlo libre en el monte para que no coman el rebrote de plantas nativa y tener un manejo adecuado.

Entre los beneficios ambientales que brinda esta ave está el efectivo control de insectos que incluyen a los más dañinos para la agricultura y que se pueden convertir en plagas porque no tienen un controlador biológico.



No llueve en Pasorapa

Fernández explicó que la falta de lluvias en el municipio de Pasorapa, ubicado en el cono sur a 280 kilómetros de la ciudad, se debe a que está rodeado de serranías y cordilleras dispuestas de norte a sur y de norte a este que funcionan como “barreras físicas” que impiden el paso del vapor de agua o lluvia que penetra con la “zona de convergencia intertropical”, que pasa por la Amazonía y llega al país.

“Por eso se dice que estos valles de Pasorapa se encuentran a sombra de lluvia orográfica, porque esta serie de cordilleras que están a lo largo de todo este territorio son barreras físicas muy potentes”, dijo.

Sin embargo, Pasorapa recibe humedad y lluvia cuando llegan frentes fríos del polo sur. “Cuando hay surazo en Bolivia, Pasorapa, Omereque y Aiquile reciben precipitación, que puede ser muy importante. Aunque poco, pero, reciben agua para su cultivo y ganado”, explicó.

La condición hidrológica también es peculiar en Pasorapa, puesto que está rodeada por los ríos Grande y Mizque, pero debido a que se encuentran debajo y están separados por serranías, barreras físicas y cordilleras no ayudan a este municipio. Ante este panorama, los pobladores de Pasorapa dependen “exclusivamente” de la lluvia para sus cultivos agrícolas y ganadería.

Otro de los problemas más críticos de este municipio es su pérdida de suelos por la erosión por falta de cobertura vegetal. Fernández detalló que cuando no existe vegetación o existe mucho ganado, que se come la misma por un pastoreo libre, como ocurre en Pasorapa, toda la lluvia que cae no penetra al suelo y se desliza pendiente abajo hasta llegar a los ríos, razón por la cual se pierde el líquido por falta de vegetación.

Ante este panorama, los investigadores instan a los municipios del cono sur a reforestar. Fernández explicó que cuando se planta los árboles “evapotranspiran” y liberan vapor de agua que forma nubes.


FALTA VOLUNTAD

En 2009, la UMSS propició la creación de un área natural de manejo integrado municipal de Pasorapa y otra para Aiquile de la paraba frente roja. A pesar de que con las autoridades y los comunarios decidieron la “protección” del ave, estos actores no cumplieron con el plan de manejo. “A la gente le preocupa la protección de la biodiversidad pero se le hace difícil cumplir con los planes de manejo porque inciden en sus actividades”, señaló Cahill. Cuestionó: ¿Estamos dispuestos los ciudadanos que vivimos en Cochabamba a cambiar nuestro modo de vida en pro de nuestro patrimonio natural?



LA PÉRDIDA DE BOSQUES Y UN AVE ÚNICA

DESAPARICIÓN.- El director de Desarrollo Productivo y de Medio Ambiente de la Alcaldía de Pasorapa, Luis Pedrazas, ratificó el estado crítico de la paraba frente roja. Dijo que antes esta ave se podía ver, incluso, en el pueblo pero ahora por la sequía galopante “ya no se la ve con tanta facilidad”.

Siguió: “Hay efectos de la sequía en estas aves. Antes las veíamos volando y cruzando, inclusive, en el pueblo o en el campo. Ahora ya se la ve muy, pero muy, rara vez. Es un ave tan hermosa…”.

Se desconoce cuál es la dirección de su migración. Su ausencia fue más marcada desde octubre del año pasado.

En 2010, Pasorapa declaró el 76 por ciento de su territorio de reserva natural para esta ave.

BOSQUES.- Los bosques de soto todavía están verdes, incluso, podrían tolerar este año de sequía; pero, la situación es crítica. Con miras a conservarlos se prohibió su explotación. De acuerdo con Pedrazas por ahora es imposible pensar en un plan de forestación por la extrema sequía.

El municipio prevé declararse en emergencia y luego desastre esta semana, debido a que la sequía ya afectó a 800 de las 1.000 familias que habitan el municipio. Además 3.800 hectáreas sobre todo de maíz se vieron dañadas y 2.800 vacas murieron desde agosto de 2016. A ello se suma que los cultivos no se recuperan y hay pocas lluvias.

GANADERÍA.- El alcalde de Pasorapa, Jaime Mendieta, informó que en lo que va del año perdieron 50 reses. Con miras a evitar más perjuicios expresó que varios ganaderos están rematando a su ganado.

Mendieta explicó que el 50 por ciento de las 35.000 cabezas que tiene el municipio será rematado para evitar que mueran por falta de agua y alimento como sucedió en 2016.

La venta se realizará en los departamentos de Sucre y Cochabamba. “Ya no podemos hacer nada para cultivar el maíz que ha llegado a los 30 centímetros y se ha secado, estamos dando prioridad al ganado para evitar muertes”, declaró.

ESPECIE.- La paraba frente roja (Ara rubrogenys) es una especie de ave de la familia de los loros (Psitacidae) endémica de Bolivia y en peligro de extinción. Sólo se encuentra en los valles secos interandinos y parte del bosque tucumano-boliviano de los departamentos de Cochabamba, Chuquisaca, Potosí y Santa Cruz. Está en la lista de especies “en peligro crítico” y también es conocida como q’aca loro (en quechua) y loro burro.

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