Miranda envió su carta de renuncia dirigida a Maikol Melgar, director Ejecutivo del Sernap, en la misiva manifiesta que está “en desacuerdo con una serie de medidas que desde la DE (Dirección Ejecutiva) y Recursos Humanos han encarado en los últimos meses, vulnerando derechos de los trabajadores del Sernap, rotaciones de Guardaparques (sin ningún tipo de argumento ni condiciones válidas en pandemia), rotación de jefes de Protección, descabezamiento de Direcciones de Áreas Protegidas, rotaciones forzosas a Guardaparques mujeres; despidos injustificados del personal, designaciones de Directores de Áreas Protegidas, medidas totalmente desacertadas que han provocado el reclamo justo de los trabajadores, y sus respectivas denuncias frente a grupos de apoyo locales”.
Entrevistada por Página Siete Digital, indicó que desde el mes de noviembre, cuando asumió la nueva gestión de Gobierno, se hicieron nuevas reasignaciones de personal, “pero estas reasignaciones se deben hacer en base a capacidades y no a capricho de las autoridades. Esos cambios al parecer son a criterio de los directores, tal vez con un criterio político, no sé”, indicó.
Respecto a despidos y la remoción de funcionarios, manifestó que en estos meses “se sacó a un personal muy valioso, no hay entendimiento de cómo funcionan las áreas protegidas, sacar a gente con tanta experiencia es muy doloroso”.
En ese sentido, inclusive detalló que durante la pandemia el trabajo de los guardaparques no paró un sólo día, sin embargo, se tuvo que recurrir a recursos de ONG y a recursos de fondo social para la compra de insumos de bioseguridad y otros elementos a fin de no frenar el trabajo, ya que el Gobierno no desembolsó los recursos.
Señaló que debido a esas acciones “arbitrarias” y "negligentes", se suscitaron varios reclamos de parte de los Comités de Gestión quienes reclamaron por los derechos del personal, sobre todo de los Guardaparques.
“Estos Comité representan a los defensores de las Áreas Protegidas y son quienes desde la sociedad civil (organizaciones indígenas, campesinas, entre otros actores locales) exigen el respeto de la institucionalidad del Sernap, sin embargo se quiere desconocer la legitimidad social de los Comités, y bajo ese pretexto, se debe señalar que el Sernap de manera autoritaria desconoció en el mes de febrero al Comité de Gestión del Parque Nacional ANMI Kaa Iya del Gran Chaco, quienes preocupados por los conflictos internos, pedían respuestas al Estado”, se lee en la carta de renuncia.
En la misiva, remarca que durante años, los Comités fueron las instancias que dieron el soporte para la compra de uniformes, insumos, gasolina, cursos, y más elementos, ante el abandono estatal.
La antropóloga experta en áreas protegidas, explicó que pese a que ocupaba el cargo de Directora de Planificación, no se le comunicaban las decisiones respecto a cambios y remociones. “Hay áreas que están sin directores, están descabezadas. Y a pesar de que yo era la Directora de Planificación, en ningún momento se me comunicó, yo era la última en enterarme. Como Directora de Planificación yo trabajaba directamente con las 22 áreas”, explicó.
Destacó que ella no cuanta con un perfil político, sino técnico, e indicó que las determinaciones con tinte político al interior del Sernap, empezaron a descomponer la gestión, que ella acompañó desde noviembre de 2019.
El fin de semana, este medio de comunicación dio a conocer que las comunidades indígenas que habitan dentro de las áreas protegidas del país, denunciaron que la nueva dirección del Sernap realizó nombramientos y destituciones de los directores de estas reservas de forma ilegal e inconsulta. Además manifestaron que en plena pandemia se procedió al despido y rotación de los guardaparques.
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Respecto a esas denuncias, Melgar indicó que no se realizó ningún nombramiento fuera de norma al interior del Sernap.
Miranda también expresó que se debe tener cuidado y verdadero compromiso con el trabajo que se realiza en pro del cuidado de las áreas protegidas del país. “Las áreas protegidas están muy vulneradas desde hace años, deben ser puestas en su justo valor. No hay recursos, siete meses que no hubo ni un peso para áreas protegidas”, reclamó.
La antropóloga, con 25 años de experiencia en la gestión de áreas Protegidas en Bolivia, manifestó que su lucha por las áreas protegidas seguirá en la línea de los principios y de la ética profesional. Por lo que se sumará a quienes exigen respeto a las áreas protegidas, a la institucionalidad del Sernap y a la historia del Sistema Nacional de Áreas Protegidas y “su valiosa gente”.
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