lunes, 22 de enero de 2018

En 14 municipios cruceños han deforestado casi 1,9 millones de ha


El municipio norteño de General Saavedra, situado en la provincia Obispo Santistevan, ha deforestado el 96% de su cobertura boscosa, es decir, de las 52.582 hectáreas de su extensión, 50.566 fueron usadas para la agricultura, situación que lo ha dejado expuesto a las inundaciones por los desbordes de los ríos de la zona, Chané y Piraí, debido a las primeras lluvias del año. Estos datos fueron registrados entre 1970 y 2015, de un estudio realizado por la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), el cual muestra índices preocupantes porque las tierras son vulnerables debido al cambio climático.

El informe revela que hay otras 13 comunas que debido a la tala de sus bosques son susceptibles de ser anegadas por otros ríos como el Grande, Yapacaní, Surutú e Ichilo; y son Minero, Fernández Alonso, Okinawa I, Montero, Cuatro Cañadas, San Pedro, San Julián, San Carlos, San Juan, Santa Rosa del Sara, Porongo, Buena Vista y Yapacaní.

Santa Cruz es el departamento con mayor diversidad de terrenos en el país, pues posee la parte sur de la Amazonia, el Cerrado chiquitano, una parte del Chaco y la transición subandina, contando con 35.221.198 hectáreas en las tierras bajas. De ellas, 4.545.390 hectáreas han sido deforestadas entre 1970 y 2013, representando el 13% de su extensión territorial, y el 78% del total de las 5.854.718 ha taladas en el oriente boliviano en 43 años.

“Los bosques y la vegetación natural generan el efecto esponja que causa infiltración del agua hacia los acuíferos; también controlan la erosión de los suelos, las crecidas de los ríos y coadyuvan en la regulación del clima. Debido a la deforestación y al cambio climático aumenta el riesgo de inundaciones con la subida de caudales hasta el 20%”, manifestó Natalia Calderón, directora ejecutiva de la FAN.

De acuerdo con datos hidrológicos y técnicos del Servicio de Encauzamiento de Aguas y Regularización del Río Piraí (Searpi), la deforestación realizada en el norte es dañina porque no respeta la servidumbre ecológica de las márgenes de ríos, arroyos y quebradas, la cual oscila entre 100 y 1.000 metros en cada orilla.

“Se deben proteger las nacientes de los ríos para evitar el acarreo de sedimentos. El Searpi tiene proyectos de reforestación con 13 municipios, los cuales deben tomar conciencia del peligro”, dijo Jorge Campos, del Searpi.

Lista escalofriante

El segundo municipio cruceño más deforestado también está en el Norte Integrado y es vecino de Saavedra, se trata de Minero, pues de 41.726 hectáreas de extensión, 39.504 han sido taladas, lo que representa el 95% de su territorio.

Comparten el porcentaje del 89% las municipalidades de Fernández Alonso, otro vecino de Saavedra y de Minero, que tiene 67.054 hectáreas sin árboles de las 75.498 ha de su jurisdicción municipal; y Okinawa I, en la provincia Warnes, que de las 103.548 hectáreas de su territorio, 91.723 han sufrido la desaparición de sus bosques.

Con el 88% de su territorio transformado en campos de labranza está Montero, pues de sus 31.295 ha, 27.559 fueron taladas.

Cuatro Cañadas tiene deforestadas 355.260 hectáreas, es decir el 80%, de las 445.574 hectáreas bajo su dominio territorial.

San Pedro, situado en el norte, cuenta con 305.998 ha, de ellas, 227.058, es decir el 74%, han sido habilitadas para la agricultura.

San Julián es el municipio más grande en territorio de todos los vulnerables a las inundaciones. Tiene 568.725 ha, de ellas 415.474 (73%) son cultivables y en cada temporada lluviosa son amenazadas por el Río Grande.

San Carlos también sufre por las riadas, pues el 67% de las 120.406 ha que posee son campos de cultivos. Su vecino San Juan le sigue en porcentaje, con el 52% de sus 156.699 hectáreas.

Santa Rosa del Sara tiene el 47% deforestado, de las 408.532 ha de su territorio.
Porongo ahora es uno de los más castigados con las últimas lluvias, pues tiene el 28% de su territorio deforestado.

Buena Vista está en el penúltimo lugar de la lista, con el 26% de su territorio sin bosques; y completa el grupo Yapacaní, con el 18% de su territorio deforestado.


Defensivos

La construcción de canales, diques, el ensanchamiento de cauces, la colocación de pilotes de madera, muros de gaviones y geotubos son las obras que permanentemente ejecuta el Searpi, el cual no solo se ocupa de la cuenca del Piraí, sino que también vigila al Río Grande y a otros que pasan por los municipios productivos del Norte Integrado.

El director de Obras del Searpi, David Parada, recordó que desde 2009, luego de las inundaciones que afectaron San Julián, los pobladores de ese municipio tomaron conciencia, pidiendo que se hagan defensivos.

Fue así que comenzó la Fase I con el apoyo económico del Fondo Financiero para el Desarrollo de los Países de la Cuenca del Plata (Fonplata), se ejecutaron defensivos para proteger las riberas de cinco municipios en el norte. La segunda fase fue para ampliar a nueve comunas, mientras que la tercera agrupó a 13 municipalidades cruceñas.
Para la fase IV, que está en etapa de conclusión, Fonplata dio $us 13,4 millones, y el aporte de la Gobernación y de los municipios involucrados fue de $us 5,6 millones. En esas cuatro fases se invirtieron $us 80 millones.

“Desde 2015 estamos esperando la contraparte del Gobierno, que será de $us 5 millones, cifra similar que ya ha puesto la Gobernación. De haberse concretado hace dos años se hubiera evitado las inundaciones ocasionadas a principios de mes, pero no nos quedará otra que iniciar con el aporte local para licitar y comenzar los trabajos en dos meses”, refirió Tatiana Limpias, asesora jurídica del Searpi.


Hidrología

El encargado de Hidrología del Searpi, Ernesto Arnez, explicó que hay ciclos naturales repetitivos o de retorno de inundaciones, los cuales pueden ser de 10, 20, 50, 100, 150, 200 y más años.

Arnez dijo que las obras de prevención que se han construido son para los ciclos de 100 años, pero la lluvia del 2 de enero fue del ciclo de retorno de16 años, solo que esta vez han influido para que se sienta más la inundación la acelerada deforestación y el cambio climático en el mundo.

“El 2 de enero cayeron 224 mililitros por metro cuadrado y 13 millones de metros cúbicos en la cuenca del Piraí. Ahora, aunque caiga una lluvia menor, los efectos serán los mismos, por ello se debe prevenir y reforestar las cuencas”, anotó Arnez.


Caminos

Johnny Soria, director del Servicio Departamental de Caminos (Sedcam), reveló que de 6.254 kilómetros de rutas de su responsabilidad, 230 km de 22 rutas están intransitables y 450 km se pueden transitar con precaución.

“Los problemas más graves están en Fernández Alonso, porque los ríos Chané y Piraí están muy cerca y fácilmente inundan las comunidades cuyos habitantes no han respetado y han talado hasta los árboles de las riberas. Otro caso que se ha presentado es en Guarayos por el desborde del río San Pablo, así como en el Pantanal que cortó la carretera a San Matías, pero tenemos maquinaria y personal de apoyo que está trabajando para habilitar las rutas”, aseguró Soria.

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