Según expertos, cada teléfono móvil contiene aproximadamente 23 miligramos de oro en promedio, y que de acuerdo a la cantidad de teléfonos desechados a nivel mundial se pierde aproximadamente entre 20 y 22 toneladas de oro al año.
Por tanto, es una actividad rentable, pero debe tomarse en cuenta las inversiones que deben realizarse en Cochabamba. Hasta ahora, el negocio del reciclaje está en manos de las alcaldías y de pequeños grupos familiares que impide contar con mayores inversiones. Es importante disponer de reglas de juego más amplias que permitan que la economía de mercado, es decir inversionistas, puedan participar activamente en el proceso de reciclaje bajo condiciones favorables en el mediano y largo plazo.
Está claro que en el sector reciclaje hay movimiento, pero su verdadero boom aún está por venir. Y es que esa mercancía que muchos llaman basura es la base de un mercado valorado en miles de dólares. Los beneficios para la economía son enormes porque se disminuyen las externalidades negativas que afectan a la sociedad en su conjunto y aumentan las positivas al poder coadyuvar en la disminución del impacto ambiental. Por ejemplo, de un aparato electrónico inservible puede obtenerse metales nobles y no tan nobles, pero siempre útiles cuando se recicla adecuadamente los desechos eléctricos. Hay muchas empresas o pequeños negocios o en viviendas que se guardan importantes volúmenes de artefactos eléctricos que pueden ser aprovechados.
El beneficio para el medio ambiente es alto porque se disminuye la emisión de tóxicos, aunque es importante reconocer que en Cochabamba, por sus características de industrialización, solo un 20 por ciento de la basura es contaminante o de basura tecnológica. Se debe contar con adecuadas instalaciones para poder reciclar los desechos técnicos como lo hacen los países más desarrollados.
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