Las cifras aportadas en el documento revelan que los animales que habitan en lagos, ríos y pantanos son los que están sufriendo las mayores pérdidas.
Entre los factores que contribuyen a ese declive figuran la actividad de los humanos, el comercio de especies salvajes, la contaminación y el cambio climático. El responsable de ciencia y políticas de WWF, Mike Barrett, señaló que se ha llegado a un punto "en el que realmente no existe ninguna excusa para permitir que esto continúe".
"Sabemos cuáles son las causas y sabemos la magnitud del impacto que los humanos tienen sobre la naturaleza y sobre las poblaciones de vida salvaje, y ahora realmente depende de nosotros adoptar medidas", alertó. Los expertos estudiaron 3.700 especies diferentes de aves, peces, mamíferos, anfibios y reptiles.
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