La nueva normativa multa fuertemente a los ciudadanos que arrojen colillas, chicles o boletas al suelo. Por ejemplo, en el caso de un fumador que bote su colilla en un espacio público se expondrá a una multa de 300 euros, es decir, cerca de 230 mil pesos chilenos. En el caso de otro tipos de basura, las multas oscilan entre los 30 y 150 euros.
Según consigna The Independent, la legislación describe como delito dejar caer "pequeños trozos de basura en cualquier lugar que no sea un contenedor de basura: Incluyendo la cuneta, el suelo y el agua".
Para este plan, el gobierno italiano ha invertido 35 millones de euros y pretende mejorar su historial ambiental con ciudades como Milán y Turín que han llegado a niveles de contaminación del aire descritos como peligrosos.
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