“Falta establecer el área de contaminación indirecta que debe ser remediada por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Este trabajo debería hacerlo una empresa especializada”, dijo Delgadillo. El informe además señala que el espesor del crudo de petróleo que se dispersó en el río Magareño es de entre 10 a 20 centímetros.
Técnicos del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, con apoyo del personal de la Secretaría de la Madre Tierra de Cochabamba, realizarán hoy una inspección ambiental al río Magareño, en Ivirgarzama, lugar donde una pala mecánica causó la rotura del oleoducto Carrasco-Cochabamba.
Al respecto, YPFB informó en un comunicado que en el lugar donde ocurrió el incidente se guardaban decenas de toneladas de arena y ripio, por lo que el 50 por ciento del derrame (200 barriles) fue contenido por dicho material. Mientras que de los otros 200 barriles, 150 se recuperaron mediante las redes de contención dispuestas en el área afectada.
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