Llamada de alerta. La exhibición, conocida como “Monumento mínimo”, se presentó con motivo de la inauguración de unas Jornadas de Derecho Ambiental y atrajo a una gran multitud de personas, entre conferenciantes, alumnos, trabajadores de la universidad y curiosos, que colaboraron en la colocación de las esculturas de unos 30 centímetros de longitud. “El objetivo es hacer intervenciones urbanas colocadas en la calle para hacerlas desaparecer y reflejar el respeto a los monumentos. Al mismo tiempo hay una aproximación a la cuestión del calentamiento global”, explicó a Efe una de las profesoras de Arte.
24 de agosto será el último día que las figuras de hielo estén en la muestra.
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