viernes, 18 de agosto de 2017

Ambientalista de Guarayos protege a fauna amenazada

Alicia Tejada es una ambientalista que se da a la tarea de proteger a la fauna que huye despavorida de su hábitat natural debido a los chaqueos y que luego, por la ignorancia del ser humano, debe perecer.

El diario local El Deber, en su edición impresa, publicó que el pasado domingo, un oso melero (especie de oso hormiguero arbóreo) fue encontrado en la propiedad de Tejada. Lo halló mientras era golpeado por cazadores, que lo consideran de mal agüero si se les cruza cuando están de caza.

Tejada salvó momentáneamente al animal, lo alimentó y le aplicó algunas curaciones que mejoraron en mucho su condición. Se repuso y al día siguiente se irguió sobre sus patas traseras y se fue en carrera al monte. La alegría de Tejada fue muy breve, pues aquel mismo día lo encontró muerto, presuntamente a manos de los cazadores del día anterior.

El reportaje indica que el hallazgo cayó como un balde de agua fría para una ambientalista que durante toda su vida trabajó en el manejo forestal integral, aunque reforzó su determinación para abrir su propiedad a la desbandada de animales que escapan de la deforestación masiva en la provincia guaraya y convencer a sus vecinos de hacer lo mismo.

De Alicia Tejada relata que es una mujer jubilada, que ha decidido establecerse en su casa en las afueras del pueblo de Ascensión de Guarayos. Es conocida en el pueblo por sus actividades medioambientalistas que, según relata, le han traído no pocos problemas. Trabajó durante años en distintos proyectos ecologistas y fue directora nacional de la Autoridad de Bosques y Tierra (ABT).

Ahora, en pleno retiro, los problemas medioambientales literalmente tocan su puerta, con la aparición de especies de mamíferos y aves salvajes en espacios habitados por humanos. El choque, como fue en el caso del oso melero, generalmente tiene como desenlace la muerte de los animales.

En otro caso, Tejada mencionó el de una tropa de jochis que llegó escapando de las quemas a un pequeño barbecho ubicado en uno de los barrios de Ascensión, solo para ser exterminados a tiros de salón y escopeta por pobladores para aprovechar su carne.

La propiedad de Tejada es muy pequeña, y solo cuenta con 60 hectáreas, más de la mitad de ellas fueron afectadas por los grandes incendios que asolaron Guarayos en el año 2001, reduciendo a cenizas la mitad de la cobertura forestal. Actualmente se están realizando labores de silvicultura en los espacios impactados para poder controlar la población de cusis, que se reproducen sin control tras los incendios y ahogan a otras especies, como el tajibo o el roble.

RESERVA PRIVADA

El propósito de Tejada es convertir su propiedad en una reserva privada, para que los animales silvestres puedan usarla de refugio; sin embargo, entre las propiedades de sus vecinos y la suya, los espacios con monte más o menos alto no suman más de 60 hectáreas, el resto son bosques en recuperación tras los incendios.

La ambientalista reconoce que este espacio es insuficiente para la vida de las especies amenazadas. Fue contactada por Cynthia Silva, viceministra de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambios Climáticos y de Gestión y Desarrollo Forestal, quien le ofreció ayuda. (El Deber)

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