martes, 25 de abril de 2017

“Falta conciencia de reforestación en el país para evitar la deforestación”



Jorge Laguna, ingeniero civil con Mención Hidráulica Sanitaria, trabajó durante 11 años en proyectos relacionados con el agua junto a CARE Internacional, precursor de la aplicación de sistemas aptos en gran parte del territorio boliviano. También tiene experiencia de trabajo en Perú.

Este profesional chuquisaqueño estuvo siempre dedicado a este tema en diferentes departamentos del país: La Paz, Oruro, Tarija, Potosí, Camiri, Santa Cruz y Chuquisaca. Posteriormente, fue director de dos ONG, consultor de sistemas de agua y alcantarillado, y actualmente supervisa proyectos del Ministerio de Medio Ambiente y Agua.

En esta primera parte de la entrevista que le hizo CAPITALES, el ingeniero Laguna hace un repaso de la labor que se llevó adelante desde mediados de los años 70 con los sistemas de agua en Chuquisaca y otras regiones del país. Luego, evalúa rápidamente la situación actual de este asunto primordial para la vida humana.

CAPITALES (C). ¿Cómo trabajaba usted, junto a CARE Internacional en Bolivia, con relación a los sistemas de agua?

Jorge Laguna (JL). CARE en Bolivia, desde 1976, promovió todo lo relacionado con sistemas de agua en el país. Yo empecé a trabajar allí en 1980. Entre los proyectos, siendo organismo internacional, no ONG, prestamos asistencia con agua y saneamiento básico, con sistemas de agua y de evacuación de excretas; a un principio fueron las famosas letrinas, que se aplicaban en el país, que eran una mala palabra y se comenzaron a hacer baños con arrastre de agua; un pozo absorbente, una fosa séptica de tal manera que no hubiera contaminación. Fuimos precursores de actual norma de sistemas de abastecimiento de agua potable en pequeñas poblaciones. Yo advertí que a la gente no le gusta entrar a una letrina y había que construirle baños. Tampoco podría decir que ese fue un éxito rotundo.

C. ¿Por qué?

JL. Porque había un tema que no atacábamos y que recién lo atacamos después: les dábamos un baño muy bien construido, en un ambiente de dos por dos (metros), pero terminaba siendo el mejor cuarto de la vivienda. Y porque no tenían la costumbre de usar inodoro, les dimos las platabandas turcas, en el piso. La gente lo que hizo es tapar eso y convertir al baño en el mejor dormitorio de la casa, sobre todo, en las zonas calientes, donde había mosquitos y otros bichos, porque ese era un lugar fresco. Entonces, por solucionar un problema creamos otro, de mayor hacinamiento, porque toda la familia se metía a dormir a ese cuarto. Ahí dijimos: ‘Estamos fracasando, hay que darles agua y baño pero, además, hay que mejorar la vivienda, si no, el proyecto no funciona’.

C. ¿Cómo está el país con relación a la cobertura de agua?

JL. Hay muchos proyectos que han seguido con la línea de CARE. Estos supervisando proyectos en zonas donde no existen fuentes de agua: están con la recolección de agua de lluvia, de techo o de piso, con unos sistemas de tanques que no son una solución definitiva pero es un paliativo. Entonces, en la época de lluvia consumen y después guardan 5.000, 7.000 o 10.000 litros en unos tanques, y les dura tres a cinco meses, hasta que comience a haber nuevamente un poco de lluvia. Para zonas muy áridas y secas, es una solución.

C. ¿En qué lugares se procediendo de esta manera?

JL. En todo el país se está haciendo, hay proyectos que están financiados por el BID (Banco Interamericano de Desarrollo).

Yo estoy supervisando los proyectos que se han hecho en las zonas de Sopachuy y de El Villar. Ahí se ha hecho recolección de agua de lluvia; estaba considerado que sea de piso, pero dijimos: ‘no, hay mucha contaminación porque hay cubierta vegetal, animales’, y se ha cambiado de cubierta de piso a techos, con tanques de 5.500 litros. O también captamos vertientes, quebradas, aguas superficiales; hemos construido alguna vez por Santa Cruz los llamados ‘atajados ecológicos’. En otros casos hemos hecho perforación de pozos, donde no hay ninguna otra posibilidad.

C. ¿Cuál es el tiempo de vida útil de un sistema de agua?

JL. Un sistema de agua potable siempre se lo considera y se hace una proyección futura de 20 a 25 años, como un periodo de vida útil correcto. Se supone que en ese tiempo, la población crece y las mismas partes que componen el sistema se van deteriorando, entonces hay que de repente reemplazarlas, mejorarlas o ampliarlas.

C. ¿Junto con CARE hicieron una evaluación del trabajo realizado en Bolivia?

JL. Sí, los canadienses pidieron una evaluación a nivel nacional después de diez años de aplicar sistemas de agua en Bolivia: ¿los usan?, ¿no los usan?, ¿los cuidan?, ¿no los cuidan?, ¿las comunidades se han apropiado de su sistema?

En esa evaluación, una de mis actividades fue aforar (medir la cantidad de agua que lleva una corriente en una unidad de tiempo) las fuentes de agua; le estoy hablando del año 88, más o menos, y después de diez años de haber construido sistemas había una reducción de las fuentes de agua alarmante, de 40% en todo lado. Apenas cubría la demanda porque la gente se acostumbró primero a usar agua y segundo a tener un pequeño huerto familiar para hortalizas (esto era parte del proyecto).

C. ¿Qué hicieron para solucionar o paliar esa situación?

JL. Como una medida paliatoria, donde se captaba una fuente de agua superficial —una vertiente o una quebrada— aplicábamos dos sistemas: una, alambrar con alambre de púas y reforestar el área para crear una especie de microclima y se pudiera garantizar la vid de esa fuente de agua.

En otros lugares, donde se notaba vegetación, igual se delimitaba un área de una o dos hectáreas para una reforestación vegetativa natural; es decir, nadie entra, ni animales, comienzan a crecer las plantas y se mantiene la fuente de agua.

C. ¿Esto se mantiene en el país? ¿Hay una forma correcta de preservar los sistemas de agua?

JL. Actualmente no se preserva de esa manera, no se la considera de esa manera, se chaquea por todo lado.

Si bien hay una preocupación grande del Estado, todavía falta una conciencia de reforestación para evitar la deforestación. Por eso las fuentes de agua han disminuido.


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