jueves, 27 de abril de 2017

Deforestación y chaqueos

Cuando se ingresa por vía terrestre a la provincia Vaca Diez, desde Rurrenabaque, se observa la “sabanización” del territorio, que en el siglo pasado estaba poblado de gigantescos árboles de castaña, algunos de ellos de más de 50 metros de altura. La pérdida de cobertura forestal y su persistente reemplazo por pastos, en criterio del biólogo Vincent Vos de Cipca, sería un proceso irreversible.

Según dijo, hace más de un siglo,similar riqueza forestal existía entre Riberalta y Guarayamerín, en la frontera con Brasil, por donde hoy cruza un camino asfaltado.

SIRINGA

“Se dibuja un tiempo amargo que nos recuerda de los años 1980, cuando la caída del mercado de la goma acabó con toda una cadena productiva. En su momento no hubo un apoyo significativo del Gobierno de turno para paliar la crisis, y mientras que los exsiringueros se buscaban su vida en las nuevas 'comunidades libres', barraqueros y empresarios necesitaban todo su ingenio para generar nuevas alternativas productivas, incluyendo la castaña. Fue un tiempo duro, con gobernantes que parecían insensibles ante la crisis en la Amazonía”, apreció el experto de Cipca.

EXPORTACIONES

A nivel nacional, la castaña ocupa el segundo lugar en valor de las exportaciones agroindustriales del país, después de la soya, y se encuentra entre los primeros cuatro rubros más importantes de las exportaciones no tradicionales del país (sin hidrocarburos y minerales). La castaña además es el principal producto forestal de Bolivia y según cifras de Vos, la exportación de 25.000 toneladas de castaña en el año 2015 generó $us 200 millones, que virtualmente duplica el valor de exportaciones de madera.

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