lunes, 20 de marzo de 2017

Un pedazo del Illimani en la Antártida



Se sabe que la ciencia realiza esfuerzos para conservar la biodiversidad del mundo en varios ámbitos: por ejemplo, guarda germoplasma de diversas plantas para preservar estos recursos biológicos a futuro, y también la genética es cada vez más una herramienta para luchar contra la extinción de especies animales en riesgo.

Pero recientemente científicos de varias nacionalidades han sorprendido con un proyecto destinado a guardar la memoria del hielo de los glaciares amenazados por el cambio climático para que, en el futuro, ese recurso sirva para explicar qué sucedió con el clima y así predecir cambios.

Y uno de los glaciares del que tomarán muestras es el Illimani, en La Paz. El hielo extraído será llevado a la congeladora natural del mundo, la Antártida.

Los testigos estarán almacenados, a partir de 2020, en la estación franco-italiana Concordia, que se convertirá así en el primer banco mundial de muestras de glaciares.

La perforación del Illimani será la segunda misión del equipo de investigadores del programa científico internacional "Ice Memory". La primera se efectuó del 15 al 29 de agosto de 2016, en los Alpes, en el glaciar del Col du Dôme. Esta operación, sin precedentes en el macizo del Mont Blanc, exigió el transporte por helicóptero de cerca de una tonelada de equipos, según un comunicado de prensa de las instituciones involucradas. En el caso del Illimani, todas las herramientas serán subidas a pie.

A 4.300 metros de altitud, los científicos realizaron perforaciones hasta el lecho rocoso del Col du Dôme, para extraer, metro tras metro, los tres primeros "testigos patrimoniales" del glaciar, que luego fueron bajados y almacenados en Grenoble, una ciudad al sureste de Francia, en un depósito frigorífico.

Uno de ellos será analizado en laboratorio para perfeccionar los conocimientos de hoy y constituir una base de datos disponible para la comunidad científica mundial.

Los otros dos serán transportados por barco, y luego por vehículos oruga hasta las mesetas de la Antártida, probablemente en 2020, para ser conservados en la base científica Concordia.

¿Por qué el Col du Dôme? Según detalla el equipo de investigadores en un reporte oficial, este glaciar demostró un potencial excepcional para reconstruir la evolución del medio ambiente climático y atmosférico a escala europea.

El archivo del Illimani

La labor de los investigadores en el Illimani boliviano será muy desafiante, pero vale la pena, afirman.

La expedición de muestras patrimoniales en La Paz se desarrollará entre mayo y junio de este año a 6.432 metros de altura.

Llegar hasta allí tiene un objetivo: proteger las muestras del glaciar, que registra una gran cantidad de información, de fuentes diferentes —evolución de las precipitaciones, incendios de vegetación (lado amazónico), emisiones de origen humano y contaminación urbana (lado del altiplano)—.

El Illimani, con 140 metros de profundidad y un flujo reducido del glaciar, preserva hasta 18.000 años de archivos climáticos y ambientales, de acuerdo con los investigadores e instituciones que forman parte de "Ice Memory".

Explican que cada año, se acumulan dos metros de nieve en el sitio de perforación, lo que permite reconstruir esa información con una resolución muy fina. Su estudio permitirá reconstruir el pasado de este entorno hasta el último máximo glaciar.

El trabajo será peligroso, la elevada altitud del glaciar constituye la principal dificultad de perforación.

El transporte del equipo a la cumbre del Illimani resulta imposible por helicóptero. Por lo tanto, todo el material será transportado a pie con la ayuda de una quincena de guías y porteadores bolivianos (30 kg cada uno).

Para hacer frente a los problemas fisiológicos relacionados con la altitud, dos equipos de seis a ocho personas (franceses, rusos, brasileños, estadounidenses y bolivianos) se turnarán para realizar la extracción de testigos. La preparación de la misión y la perforación de tres testigos (aproximadamente 450 metros de hielo en total) deberían durar en total cuatro semanas.



LABOR PREVIA

Los investigadores del IRD estudian el glaciar de lIllimani desde hace casi 20 años, en colaboración con sus socios bolivianos de la Universidad de San Andrés.



"ICE MEMORY"

"Ice Memory" es un programa científico internacional para conservar la memoria del clima. Su objetivo es recoger testigos del hielo de los glaciares de montaña más expuestos al cambio climático y almacenarlos en la Antártida para los científicos del futuro.

Los promotores del proyecto argumentan que el hielo de los glaciares no polares contiene abundante información sobre las variaciones pasadas del clima, del medio ambiente y especialmente de la composición atmosférica: cambios de temperatura, concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero, emisiones de aerosoles naturales o de contaminantes de origen humano.

Por lo tanto, dicen, los glaciares constituyen la memoria del clima en el pasado y permiten anticipar los cambios ambientales futuros.

Sin embargo, los glaciólogos observan desde hace décadas el impacto de la elevación de las temperaturas en la fusión de los glaciares de montaña, europeos y andinos en particular.

El tiempo está contado, afirman. Si el calentamiento global continúa al ritmo actual, los glaciares que culminan por debajo de 3.500 metros en los Alpes y por debajo de 5.400 metros en los Andes habrán desaparecido para siempre a fines del siglo XXI.



EL CONSORCIO PROTAGONISTA

Ante la amenaza del cambio climático, glaciólogos franceses e italianos decidieron actuar y pusieron en marcha el proyecto "Ice Memory" en 2015. Con el apoyo de la Fundación Universidad de Grenoble Alpes, se asociaron con el CNRS (Centre national de la recherche scientifique), el IRD (L'Institut de recherche pour le développement), la Universidad Grenoble Alpes, el Consejo Nacional de Investigaciones de Italia, la Universidad de Venecia, así como el IPEV y el Programa Italiano de investigación en la Antártida (PNRA).

En el proyecto trabajan hoy una docena de investigadores franceses, italianos, rusos y estadounidenses.

El consorcio, asegura, no va a detenerse tras perforar el Illimani. Pretende reunir a la comunidad internacional de glaciólogos para realizar al menos una decena de perforaciones en diferentes glaciares del planeta, los de interés científico y amenazados por el cambio climático.



EL VIAJE, DE FRANCIA A BOLIVIA

El 6 de febrero de 2017, la totalidad del equipo que será utilizado para perforar el Illimani —un sacatestigos, 75 cajas isotermas y el equipo de acampar— fue cargado en un contenedor frigorífico desde el Instituto de Geociencias del Medio Ambiente (CNRS/IRD/NET/Grenoble INP) en Grenoble, Francia.

Estos 30 metros cúbicos de material deben llegar a La Paz a finales de marzo, tras un viaje de más de 10.000 km en barco.

El contenedor frigorífico servirá para almacenar en frío las muestras en La Paz durante la operación, y para repatriar las cajas isotermas en Francia (5-6 semanas de transporte).

El equipo será regresado por separado a Francia en un segundo contenedor.

Debido a que el glaciar del Illimani es tan elevado, todo el equipo deberá ser transportando caminando. Bolivianos participaran en la hazaña, informaron los organizadores.

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