martes, 10 de enero de 2017

Tala dañó bosque de más de 20 años y afectó a la fauna


Lo que hace unas semanas era un bosque con especies como serebó, penoco, trompillo, sauce, laurel y pacay, ahora son 6,8 hectáreas de tierra y arena. Allí habitaban urinas, jochis, tatús y aves como el serere curichero que, según el ambientalista Román Vitrón, solo se ve en montes cercanos a los ríos.

“El bosque talado cumplía la función de protección natural de las riberas del río Surutú; tardó más de 20 años en regenerarse luego de que el propio río se llevara el anterior”, explica Vitrón, quien dio el primer informe a la Alcaldía de San Carlos sobre el desmonte realizado por la empresa Sinohydro.
En el lugar había árboles de entre 20 y 30 metros de altura, como se evidencia por el bosque de los alrededores y los troncos talados que están en el suelo.

Surutú, un río muy inestable
“No hace falta ni siquiera un turbión, con una riada que presente una crecida extraordinaria, toda esta zona puede inundarse”, advierte David Parada, del Servicio de Encauzamiento de Aguas y Regularización del Río Piraí (Searpi). Además, la empresa desvió una quebrada haciendo un canal hacia el río. “Eso más bien facilitaría que el río entre a esta zona y la inunde”, dijo Parada.

Explicó que el Surutú cambia su cauce permanentemente porque sus orillas son de arena y no tiene barrancos que lo detengan. “El agua arrastra capas de suelo y al mismo bosque. Si un año el cauce está a 500 metros, el siguiente puede estar más cerca”, dice.
El alcalde Marco Antonio Áñez indica, como ejemplo, que en el lugar hay tres chancadoras que cuando fueron instaladas estaban a más de 500 metros del río, pero que ahora están más cerca debido a que el agua se ha llevado varias hectáreas de bosques, llegando a amenazar la carretera.
En 2005, 16 cabañas turísticas fueron arrasadas por el río y debieron ser reubicadas en el lugar donde están ahora y que ha quedado vulnerable debido al desmonte


No hay comentarios:

Publicar un comentario