miércoles, 20 de abril de 2016

Cochabamba Desastre ambiental

Parecía un campo de batalla. Había áreas de ambulancias, militares y policiales corriendo de un lado a otro, carros cisternas ingresando y saliendo del botadero de K´ara K´ara. La malla milimétrica separaba a los vecinos de las centenas de personas que, a 200 metros del ingreso, combatían contra el intenso fuego en medio de humo negro y blanco.

El incendio de llantas acumuladas desde hace más de 10 años derivó en un desastre ambiental en el botadero de K’ara K’ara, ayer. El vertedero está situado en la zona sur de la ciudad de Cochabamba, ingresando por el kilómetro 4 de la avenida Petrolera. Las tres comunidades afectadas son K´ara K´ara, Pampa San Miguel y Arrumani.

El humo fue visible, desde la zona norte, como un hongo nuclear. Una gigantesca nube negra se veía desde la avenida Blanco Galindo y otros sectores. El olor se disipaba con facilidad en el sector cuando había brisa.

Los pobladores contaron que el fuego comenzó a medianoche del lunes en la zona de compostaje, en el lado oeste del sector de las gomas.

“Ha empezado en el sector de compostaje. Como hay ramas secas, de ahí ha avanzado”.

Para la una de la mañana del martes, el área de acopio ya se había encendido sin opción a apagar el fuego. El área de alrededor de ocho mil metros cuadrados acumuló la goma durante más de 10 años.

La dirigente de la comunidad Pampa San Miguel Emilia Aguilar describió que llegó hasta el incendio a las dos de la mañana.

El presidente de la Mancomunidad de K’ara K’ara, David Arnez, contó que se dieron cuenta del incendio entre las 12:30 y una de la mañana.

El portero de la empresa Colina SRL, a cargo del cierre técnico del botadero, habría advertido del hecho a las autoridades.

El presidente de la mancomunidad Arrumani, Vicente Hinojosa, dijo que ayudaron como pudieron.

“Lo que hemos cuidado por más de 10 años, en menos de mediodía nos ha contaminado. Alguna vez hubo incendios, pero en muy pequeña magnitud”.

Los bomberos de la Policía del Cercado llegaron al lugar a las tres de la mañana. A las 10:00 horas el trabajo continuaba y se volvía más febril. Hasta ese momento, solo ellos, ya habían utilizado como 80 mil litros de agua, equivalentes a unos 25 cisternas, según explicó el director de la Unidad de Bomberos, mayor José Luis García.

El gerente del Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Cochabamba (Semapa), Gamal Serhan, dijo que esta entidad mandó 45.000 litros de agua en tres cisternas. Esto ocasionó que por ayer no se llevara el líquido elemento a 600 usuarios.

El alcalde de Cochabamba, José María Leyes, llegó a las 05:00 horas y se quedó dirigiendo acciones en algunos sectores hasta las 19:00 horas. Ayudaba donde era necesario.

Abrieron zanjas para que el fuego no avance más. Sin embargo, las llamas “saltaban”, como cuando en los incendios forestales el fuego pasa por encima de los caminos y consume los bosques.

Las manos llenas de hollín y la ropa ennegrecida de los vecinos dieron cuenta del trabajo voluntario que realizaron. Cerca al área de lixiviados echaron tierra a fuerza de manos.

El humo formaba una columna que iba hacia arriba, pero en algunos momentos el viento desviaba ese curso. Y, de repente, parecía hacerse de noche, la gente aparecía envuelta en la humareda y solo se escuchaban instrucciones a gritos.

“¡Salgan del humo! ¡no los van a ver y les pueden chocar los autos!”.

La brisa reavivaba el fuego y las llamas alcanzaban hasta más de 15 metros.

“¡Den campo! ¡Den campo!” “¡Bajen de ahí!”

Los caminos secos comenzaron a volverse de barro por el agua de los carros bomba y las labores se volvían más pesadas. Sofocaban el fuego en algunos sectores y separaban las llantas humeantes con tractores.

Unas 400 personas de uniforme, entre bomberos, soldados y voluntarios, y civiles iban de un lado a otro en grupos y los responsables, las autoridades, coordinaban tareas. Las FFAA apoyaron, pero dijeron que no tenían equipamiento.

BAMBI BUCKET Un helicóptero con el equipo contra incendios Bambi Bucket, con una “bolsa” que se abasteció de agua de la represa de La Angostura, llegó a la zona y comenzó descargas a las 11:30 horas.

Su uso se autorizó luego de que la secretaria de los Derechos de la Madre Tierra de la Gobernación, Soledad Delgadillo, llegara hasta el lugar del desastre. Pobladores de las zonas aledañas al botadero, K’ara K’ara, Arrumani y Pampa San Miguel, cuestionaron que el apoyo de la Gobernación no se haya dado desde temprano.

El alcalde de Quillacollo, Eduardo Mérida, acudió para ayudar con tres cisternas.

“¡Parece un volcán! Nunca vi esto. Personalmente, más que el incendio nos preocupa la salud de la gente”.

Al mediodía, el fuego parecía haberse controlado, pero la humareda era más baja y el viento lo reavivó y condujo el humo al lado este, hacia la serranía donde hay decenas de casas, desde donde los vecinos prácticamente ven el botadero desde sus ventanas.

Tras doce horas de incendio, la fatiga era evidente. Los bomberos, soldados y la gente que apoyaba descansaba por algunos minutos sentada en piedras, respirando agitada y quienes podían tomaban leche para desintoxicarse.

Al principio parecía haber caos. Luego hubo más orden. Situaron ambulancias en una sola zona para atención en casos de intoxicación u otros, se improvisó un sector de concentración de soldados y funcionarios municipales. Alrededor caminaba gente con botellones de agua.

A la salida del botadero se veían carros con algunas sirenas y patrullas con destelladores ingresando.

Bomberos informó que anoche continuaba el trabajo de enfriamiento y que las llamas volvían a encenderse.

La Alcaldía y vecinos piden investigación

La Alcaldía de Cochabamba y vecinos de K’ara K’ara piden investigar este incendio. El municipio de Cercado presentó una denuncia ante el Ministerio Público asegurando que el iniestro en el botadero fue provocado.

El alcalde, José María Leyes, manifestó que los comunarios vieron salir a cuatro personas de la zona, pero no pudieron dar con ellas. “Aquí hay familias, hay casas, hay ancianos, no se puede tener esa actitud delincuencial de provocar un incendio, para hacer daño ¿a quién? Vamos a dar, cueste lo que cueste, con los responsables”. Leyes dijo que este hecho está asociado a incidentes, como la muerte de peces por contaminación en la laguna Alalay, entre otros.

DELITOS El asesor general de la Alcaldía, Sergio Coca, informó que a las 08:00 horas presentaron, ante la Fiscalía Medioambiental, una denuncia “contra autor o autores” por los delitos de incendio, estragos y otros ilícitos.

Coca informó que hasta las 17:00 horas no se había admitido la querella y que tampoco se presentaron los fiscales en K’ara K’ara.

La autoridad detalló que se debe “secuestrar” el libro de ingreso de personas a la planta, el listado de carros basureros que entraron al botadero durante el 18 de abril. No descartan investigar al personal de la empresa Colina SRL.

El presidente de la Mancomunidad de K’ara K’ara, David Arnez, sostuvo que hay una “mano negra” interesada en perjudicar a la zona. Los vecinos manifestaron que las únicas personas que tienen acceso al botadero son los funcionarios de la empresa que administra el botadero.

El presidente de la Mancomunidad de Arrumani, Vicente Hinojosa, también aseveró que el fuego fue provocado y exigió que las autoridades investiguen.

“No sabemos sin son personas ajenas o de la misma institución, tiene que haber responsables”.

La Secretaría de los Derechos de la Madre Tierra de la Gobernación coincidió en que debe darse con los autores.å

Apuntes

La gente

Las mancomunidades aledañas al botadero son K’ara K’ara, Arrumani y Pampa San Miguel. El representante de la Mancomunidad de Pampa San Miguel Edwin Salguero manifestó que en estas zonas viven alrededor de 50 mil familias. “Peleamos por el cierre técnico y encima nos afectan con este daño”.

El perímetro

La montaña de goma, acumulada en más de una década, ocupaba un espacio de alrededor 200 por 40 metros. El sector de acopio estaba situado a unos 200 metros del ingreso, más allá de una planta de reciclaje que aún no funciona.

El apoyo

Los trabajos se realizaron durante todo el día con limitaciones como la falta de equipo para los soldados, que solo tenían barbijos sin filtros.

Coadyuvaron en las labores bomberos de la Policía, Sar Bolivia, brigadas de Servicios de Aeropuertos Bolivianos (SABSA), de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), de la compañía Copelme, soldados del Regimiento Tumusla y de la Policía Militar (PM), la Planta Industrializadora de Leche (PIL), la Empresa Municipal de Servicios de Aseo (EMSA), Alcaldía de Cercado, Alcaldía de Quillacollo y el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa).

Animales

La Policía rescató algunos cachorros y algunas personas dijeron que habrían muerto perros en la zona del incendio.




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