lunes, 1 de febrero de 2016

Madidi profundo. Una expedición científica ha catalogado más de 2.000 especies en la reserva



El bosque abrió sus extremidades y el grupo se adentró hacia terrenos poco explorados. La fecha de partida desde la ciudad de La Paz había sido pactada para el 4 de octubre de 2015. En la libreta del jefe británico de la expedición, Robert Wallace, se encontraban anotados como primeros destinos Los bosques de galería y Las pampas en Apolo, aquel municipio del norte del departamento paceño, que es una de las puertas de entrada al Parque Nacional Madidi, área protegida y declarada por la revista especializada National Geographic como uno de los 20 lugares con mayor interés turístico en el ámbito mundial. Y la nave partió.

El equipo formado por 19 personas, todos científicos con diversas especialidades, abordó el bus que los transitaría hacia un ambicioso proyecto en aquella gran despensa de flora y fauna: Bajo el nombre de Identidad Madidi, la expedición se había propuesto describir y registrar especies aún desconocidas, además de mostrar las maravillas del patrimonio natural que guarda la reserva. “La investigación nos dará una mejor comprensión de la magnitud de las maravillas naturales del parque”, dijo Wallace en aquella oportunidad.

Intrigante

La misión es de las más intrigantes. Sucede que esta superficie circunscribe un trayecto altitudinal que desciende más de 6.000 metros, desde las montañas de los Andes hasta los bosques y praderas tropicales amazónicas del noreste del país, que la ubica como el sitio con mayor número de flora y fauna en el planeta. Sí, aquí en Bolivia, en el norte paceño, donde los investigadores instalaron su laboratorio para entregarse a lo inexplorado.

Una vez en el aire silvestre, entre estacas, carpas y otros accesorios para dar vida al campamento, los visitantes recibieron una señal de gran presagio: la bienvenida de un tunqui macho, un pájaro también llamado “gallito de las rocas”, que es el ave nacional del Perú. “Era como una señal para el grupo”, señala la bióloga Nuria Bernal, una de las integrantes del grupo. Wallace dice que en esa tarea se ha logrado el muestreo de seis sitios de 15 que eran poco conocidos: sabanas de montaña, bosques de galería, bosques secos, vegetación altoandina este, bosques de ceja de monte y bosques de piedemonte de Alto Madidi. De esta manera se documentaron más de 2.000 especies “lo cual es asombroso y confirma el valor que tiene el Madidi para la conservación del patrimonio natural de Bolivia”, a decir del líder del grupo.

En detalle, los números señalan que en estas áreas se documentaron 935 especies de vertebrados, con 149 nuevos registros para el parque; las aves estuvieron muy cerca de alcanzar el número de 1.000, ya que son 999 las especies registradas, “dejando para el siguiente año la tarea de superar esta cifra”. Estos nuevos registros también han contribuido a elevar el número de vertebrados del Madidi en 1.670 especies, aunque se espera que este número supere las 2.000 especies en lo que aún resta por explorar. Asimismo, las mariposas fueron el grupo estudiado más numeroso, describiéndose 629 especies, de las cuales 424 son registros inéditos para el área, incluyendo a 115 especies como nuevos registros para Bolivia. De esta manera, la lista de mariposas del Madidi aumentó en 779 especies confirmadas, “más o menos la mitad de las que esperamos registrar durante la expedición”.

Pendiente

“Este año tenemos previsto realizar el muestreo de otros seis lugares y en 2017 los últimos tres”, explica el británico. El equipo científico está conformado, además de Wallace, por Guido Ayala, María Viscarra y Herminio Ticona (catalogadores de mamíferos grandes); Nuria Bernal y Lizette Siles (pequeños mamíferos); Víctor Hugo García y Rodrigo Soria (aves); James Aparicio y Mauricio Ocampo (anfibios y reptiles); Guido Miranda, Gustavo Álvarez y Jorge Molina (peces); Fernando Guerra y Martín Apaza (mariposas y otros invertebrados); Freddy Zenteno (plantas); Mileniusz Spanowicz, Andrés Ramírez y Guiomar de Mesa (fotografía y video).

Bernal destaca la participación de los comunarios y en especial de las mujeres que se ofrecían para hacer de guías locales. “Ellas, como lugareñas, han explorado los entornos de la reserva desde pequeñas. Las comunidades son clave puesto que hacen uso de los recursos y tienen un conocimiento invaluable de lo que les rodea”.

Pero los investigadores no solamente se han sorprendido por la variedad de las especies encontradas, sino por la singularidad de algunas de ellas. Por ejemplo destacan el murciélago nectarívoro (Anoura fistulata); la mortal serpiente coral anillada (Micrurus annellatus); el pez cuchillo (Sternarchorhynchus hagedornae); la chinchillula (Chinchillula sahamae), muy parecida a la chinchilla; o un sapo con extraordinarias crestas (Rhinella margaritifera).

Para Wallace, quien vive en el país desde hace más de dos décadas, la misión de la exploración no se limita a los objetivos científicos, sino también a los relacionados con la educación en torno a la diversidad del parque en cuestión. Por ello, los científicos trabajaron para conectar a los ciudadanos de Bolivia y el mundo con la riqueza natural a través de una serie de medios de comunicación, incluyendo fotos, blogs, videos, una página web y otros medios sociales. “En la página de Facebook, Identidad Madidi, se puede ingresar a los sitios de estudio y al mapa interactivo, al blog de la expedición, a los mensajes y textos informativos, a la galería de fotos y a los videos de vida silvestre”, dice Ramírez.

Los partícipes

Además de la organización Wildlife Conservation Society (WCS), esta empresa involucra a diversas instituciones como Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Madidi, el Servicio Nacional de Áreas Protegidas y la Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas del Ministerio de Medio Ambiente y Agua.

También cuenta con la participación de la Red Boliviana de Biodiversidad y el Viceministerio de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Educación además del Instituto de Ecología, el Herbario Nacional de Bolivia, la Colección Boliviana de Fauna, el Museo Nacional de Historia Natural, el Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigny. Todos unificados en torno a esa maravilla natural que se redescubre en el norte paceño.





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