miércoles, 9 de diciembre de 2015

Denuncian que en la COP21 se negocia bajo la mesa

Acuerdos fundamentales se realizarían a puerta cerrada sin que los civiles participen.

La ONG Amigos de la Tierra reclamó ayer más transparencia en las negociaciones de la cumbre del clima de París (COP21) y la presencia de observadores civiles en cada reunión. "Se están haciendo negocios sucios a puerta cerrada", aseguró una de sus responsables, Lucy Cadenas.

La organización alertó en un comunicado de que no se ha permitido la asistencia de observadores civiles a "partes fundamentales de las negociaciones", que tienen lugar desde el pasado 30 de noviembre y hasta el viernes.

Durante la primera semana de la conferencia, la ONG constató que se produjeron "múltiples reuniones oficiosas y de subgrupos en perjuicio de muchos países en desarrollo, cuyas delegaciones son demasiado pequeñas para asistir a todos los encuentros".

La organización apoyó la acusación de los países pobres a los países ricos de "obstruir el avance de las negociaciones y negarse a discutir varias de sus propuestas".

Amigos de la Tierra, que agrupa a 75 organizaciones de defensa del medioambiente alrededor del globo y a dos millones de miembros, advirtió de que los países desarrollados "intentan pasar la responsabilidad de la crisis del clima a los países en desarrollo".

"No podemos contar con la buena voluntad de nuestros gobiernos para combatir la crisis climática que aflige a todo el mundo, en especial a aquellos países más desprotegidos.

La transformación hacia la energía renovable socialmente controlada está ocurriendo y la están realizando los verdaderos líderes: la gente", añadió Cadenas.

Paralelo a esto, surge una nueva polémica sobre el megaproyecto para construir un canal interoceánico en Nicaragua, la cual es defendida por el gobierno de Managua como una iniciativa verde, sin embargo, varias ONG han impugnado esta iniciativa como un "escándalo ambiental" dentro de la COP21.

El canal de Nicaragua, que tiene 280 kilómetros de largo, 230 metros de ancho y 30 metros de profundidad, atravesará el sur del país para permitir el paso de barcos de carga de enorme calado. Su impacto ambiental, es objeto de una pugna entre quienes lo denuncian como una catástrofe.



"Es la única forma de hacer que los países desarrollados rindan cuentas de sus avances".

Lucy Cadenas

Responsable de ONG

No hay comentarios:

Publicar un comentario